PREMIO PLANETA 2020
«LA FILOSOFÍA DE LOS DUQUES DE AQUITANIA ERA FAVORECER A SUS HABITANTES PARA QUE TUVIERAN CALIDAD DE VIDA»
Este año 2020 tan extraño no vio la mundana celebración del Premio Planeta en Barcelona. El acto se celebró discretamente en el Palau de la Música Catalana, con la única asistencia del jurado, autoridades como la vicepresidenta Carmen Calvo, la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera, y la alcaldesa de la ciudad condal, Ada Colau, así como la prensa, estratégicamente colocada en la platea del teatro en asientos asignados por las medidas de seguridad. (De las autoridades catalanas de Cultura, ni rastro).
La ganadora de este año, la vitoriana Eva García Saénz de Urturi, atesora una dilata experiencia literaria desde que en 2012 publicara su primer libro, La saga de los longevos (La Esfera de los Libros), que se convirtió en un fenómeno de crítica y ventas. En 2014 vio la luz la segunda entrega de la saga, Los hijos de Adán, y también la novela histórica Pasaje a Tahití. En 2016 publica El silencio de la ciudad blanca, un thriller apasionante ambientado en su ciudad natal, traducido a más de una veintena de idiomas, copando la lista de los más vendidos en países como Alemania, Polonia, México, Argentina o Brasil. También fue objeto de una adaptación cinematográfica que vio la luz en 2019 de la mano de Atresmedia.
Con El silencio de la ciudad blanca arrancó una trilogía de la que Los ritos del agua fue la segunda entrega y Los señores del tiempo la tercera y el desenlace de la Trilogía de la Ciudad Blanca. Con ella ha llegado a más de un millón de lectores. Ha sido galardonada con prestigiosos premios, como el Libro de Ficción del Año en 2018 y The Golden Bullet (Bala de Oro) a la mejor novela negra extranjera de 2019.
Muy emocionada, la ganadora dedicó el libro a las víctimas del COVID-19 y aseguró que «el mundo de la cultura sobrevivirá a esta pandemia, nos explicará esta pandemia y hará lo que siempre hace, tirar adelante».
Aquitania novela el período que va entre 1137 y 1149 cuando una Eleanor de Aquitania de 13 años pierde a su padre, el carismático Guillem X, y se casa con el tradicional enemigo de los aquitanos, el futuro rey de Francia, el capeto Luis VII. La peripecia está centrada en los primeros años de matrimonio, en las sospechas de asesinato del padre de Eleanor y en la Segunda Cruzada que emprendieron Luis y Eleanor, si bien hay saltos temporales al pasado. La trama incluye numerosos personales reales de la época como Raimond de Poitiers, tío de Eleanor, de quien se comentaba que mantuvieron una relación incestuosa, el abad Suger, Alix de Aquitania, Mathieu de Montmorency, Adelada de Saboya, Luis el Gordo, etc.
El resultado es un texto rico en detalles históricos, que ilustra las costumbres domésticas de la época, las intrigas políticas, el tradicional uso de venenos y mensajes encriptados, así como la fina psicología de los personajes, sus miedos, anhelos y luchas. Hemos charlado con la autora a propósito del libro.
La obra está sólidamente documentada, tal como indica usted en la bibliografía final. ¿Ha disfrutado más con ese trabajo de campo o en la redacción del texto?
El trabajo documental es una parte importante en la construcción de todas mis novelas, pero considero que el núcleo del trabajo de un novelista es siempre la escritura, además de la planificación y estructuración de la obra.
La trama contiene elementos de thriller y empieza cuando la protagonista es una niña. ¿Qué es lo que la mueve? ¿La venganza? ¿El miedo? ¿La ambición? ¿La pura supervivencia?
Aquitania es un thriller medieval, y por tanto, una trama de investigación. En un primer momento, lo que mueve a Eleanor es la necesidad de saber qué hay detrás de la inesperada muerte de su padre, el duque de Aquitania en tierras compostelanas, pero tiene un gran sentido de la responsabilidad y se queda al frente del inmenso y rico ducado de Aquitania con 13 años. Ella sabe que si la casan con el barón o el rey equivocado su territorio va a ser desmembrado y el modo de vida de los aquitanos, el más avanzado culturalmente de la época, va a desaparecer.
Muchos de los hechos y personajes que aparece en la historia son reales, pero también hay licencias poéticas para hacerla más atractiva. ¿Dónde está la frontera entre el puro hecho histórico y la fabulación? ¿Fue difícil moverse en una frontera tan sutil?
No me surgieron muchas dudas al respecto. Después de documentarme conocía bien los personajes históricos y sus biografías, así como los sucesos que aparecen en los libros de Historia. Toda la trama del thriller es ficcionada y surge de mi imaginación. Era una época tan fascinante que no era difícil fabular con ella.
En el texto hay distintas voces narradoras, ¿era complicado saltar de una otra? ¿Tuvo más dificultades con alguna en concreto?
En todas mis novelas he alternado distintas voces narrativas; desde La saga de los longevos hasta la Trilogía de la Ciudad Blanca, mis lectores están acostumbrados a mi estilo y como narradora pienso que desengrasa mucho la línea temporal.
Cuando empezó con la escritura, ¿tenía ya todo el argumento claro o lo fue pergeñando a medida que escribía?
Siempre tengo toda la novela en una escaleta antes de comenzar la escritura del primer borrador. Es fundamental cuando trabajas en obras con suspense y, en este caso, tan documentadas y con varias tramas y puntos de vista. Dedico siempre cerca de medio año a la estructura de las novelas porque, de otro modo, pienso que se caerían los andamios en algún momento.
Si tuviera que comparar Eleanor con algún político o monarca posterior, ¿cuál elegiría?
Es complicado, porque nadie ha portado en la historia las coronas de Francia y de Inglaterra; por longevidad, más de siete décadas en primera línea de gobernanza, diría que Isabel I, pero tengo la impresión de que nadie la ha superado.
¿Qué podemos aprender de ella en pleno siglo XXI?
Los duques de Aquitania eran ricos, al igual que todos los aquitanos. Su filosofía era favorecer a sus habitantes para que tuvieran calidad de vida. Pienso que es la mejor manera de gobernar.
También la muestra como una influencer de la época…
Eleanor influyó en todos los aspectos de la vida cultural de los reinos de Francia e Inglaterra, no solo en los peinados, el maquillaje y los vestidos, también en la literatura trovadoresca, en el ciclo artúrico y en la arquitectura de los castillos defensivos de los duques de Normandía.
Si tuviera la oportunidad de dialogar con Eleanor, ¿qué le diría?
Le pediría consejo en esos momentos puntuales de la vida; ella fue mentora de reyes y papas cuando se retiró a Fontevraud con ochenta años, y doy por supuesto que sabría aconsejarme bien.
¿Qué lee usted en su tiempo libre?
Absolutamente de todo, soy lectora omnívora. Ahora estoy con Stefan Zweig, pero mis últimas lecturas han sido El consentimiento, de Vanessa Springora, El comensal, de Gabriela Ybarra, Los chicos de la Nikel, de Colson Whitehead, El aroma del bosque, de Helene Gesterne, y No todos los hombres habitan en el mundo de la misma manera, de Jean-Paul Dubois.
¿Qué libro le habría gustado escribir?
El perfume, de Patrick Süskind.
¿Tiene en mente su próxima obra? ¿Se atrevería con seguir novelando la vida de Eleanor de Aquitania, aunque fuera de aquí a unos años?
Ahora mi máxima aspiración es vivir, han sido siete novelas en ocho años y más una década entera en el mundo literario.
MB.
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UNA GALA ATÍPICA
El jurado que concedió el premio de esta 69.ª edición estuvo compuesto por Rosa Regàs, Carmen Posadas, Pere Gimferrer, Juan Eslava Galán, José Manuel Blecua, Fernando Delgado y Belén López.
José Crehueras, presidente del Grupo Planeta, ejerció de maestro de ceremonias; uno de los momentos más emotivos fue el recuerdo a Carlos Ruiz Zafón, desaparecido este año, uno de los autores insignia del grupo. Dada la afición a la música del fallecido autor, la pianista Marta Muñoz interpretó la atmosférica pieza La sombra del viento.
Además, un vídeo recordó a varios de los ganadores anteriores del premio, como Eduardo Mendoza o Lorenzo Silva, que contaron brevemente sus impresiones de cómo vivieron su victoria. Por su parte, Javier Cercas, ganador de la anterior edición, reflexionó en el escenario sobre esa misma experiencia.
LA PROTAGONISTA
ELEANOR DE AQUITANIA (Poitiers, 1122-1204), duquesa de Aquitania y Guyena y condesa de Gascuña, reina consorte de Francia y reina consorte de Inglaterra (1154-1189), es una de las reinas más excepcionales y admiradas de la historia.
Culta, inteligente, sagaz y segura de sí misma, fue una formidable estratega política que no dudó en pedir la anulación de su primer matrimonio, casarse con el rey de Inglaterra, pedir ayuda a su primer marido cuando el segundo devino un tirano, indisponer a unos hijos contra su padre y ejercer los destinos de Aquitania durante casi setenta años. Célebre por su belleza, su elegancia y su estilo, la historiadora Helen Castor señala que «poseía una voluntad férrea y una mente política aguda y siempre había tenido opciones de reaccionar a una circunstancia, por complicada que fuera, que la afectara».