Nos asusta lo inesperado. Nos aterra perder el control. Temblamos ante la sola idea de que algo irrumpa en nuestras vidas y transforme el mundo en un lugar desconocido para nosotros. Pero a medida que el invierno se acerca y los días se van haciendo más cortos y más fríos, también nos gusta jugar con la idea de pasar miedo, nos rendimos ante la promesa de una buena historia de terror explicada junto al fuego, real o imaginario. Para los lectores más valientes, os queremos proponer las mejores lecturas para disfrutar de un buen rato… pasándolo mal.
Si hay una editorial en España que sabe cómo dar miedo, esa sin duda alguna es Valdemar. Esta editorial de referencia nos propone un trío de ases del terror nacional compuesto por las últimas novelas del escritor castellonense Guillem López, Arañas de Marte, Invasiones de Ismael M. Biurrun, y Ahora intenta dormir de Emilio Bueso.
Arañas de Marte arranca cuando Hanne y Arnau pierden a su hijo y el mundo que habitan se viene abajo. Afectada por una profunda depresión, la realidad cotidiana de Hanne se trasforma en un caleidoscopio de recuerdos, sueños y funestas premoniciones que la atrapan en una telaraña de múltiples realidades superpuestas. Ambientada en Valencia en un futuro cercano, la quinta novela de Guillem López es una puerta abierta al abismo de lo probable y del horror ante la revelación de que vivimos una mentira y no somos más que una sombra en el muro del tiempo.
Ismael Martínez Biurrun, autor de una obra ya consolidada, reúne en Invasiones tres novelas cortas, tres segmentos de un presente en demolición donde un puñado de seres humanos se atrinchera ante el caos mientras arregla cuentas con sus miedos y sus culpas. Las historias que integran Invasiones se suceden como crónicas de un derrumbe que es al mismo tiempo íntimo y global, donde la naturaleza se ha revelado como fuerza invasora y la perspectiva humana amenaza con ser definitivamente borrada.
Ahora intenta dormir reúne los relatos del escritor castellonense Emilio Bueso hasta la fecha. Los hay terroríficos y apocalípticos, poéticos y diabólicos, premiados e inéditos. Casi todos tienen un cierto impulso onírico, casi todos causan extrañeza, pero ninguno sirve para dormir. El autor explica que «Hubo una época en la que escribir me producía unas pesadillas que luego usaba para escribir y así provocarme más pesadillas. El círculo vicioso bien pudo haberme costado un ictus, pero hubo suerte y en vez de matarme la cabeza por completo conseguí darles forma a buena parte de los relatos que he reunido en este libro». Felices sueños.
Otro de los grandes nombres del terror nacional, Jesús Cañadas, ha ambientado en su Cádiz natal la imprescindible Las tres muertes de Fermín Salvochea, publicada por Roca. En 1873, Juaíco es un joven barbero que empieza a trabajar para el legendario alcalde de la ciudad de Cádiz, Fermín Salvochea. Una muerte en un burdel los embarcará en una aventura llena de misterios, magia negra y venganza más allá de la tumba. Cuando Fermín Salvochea fallece en 1907 en extrañas circunstancias, Juaíco, convertido en un viejo borracho, decide contarle la historia de Salvochea a su hijo Sebastián. Cuando un enigmático teatro de los horrores llega a Cádiz y empiezan a sucederse brutales asesinatos en los callejones de la ciudad, Sebastián y sus amigos deberán encontrar la verdad tras la historia de Juaíco y proteger Cádiz del mal antiguo que anida en sus entrañas.
Y de las entrañas de Cádiz saltamos a lo más profundo de las montañas del Klondike canadiense de la mano de Carlos Sisí. Vienen cuando hace frío, publicado por la debutante Insólita Editorial, está protagonizada por Joe Harper, un tipo normal que acaba de perder su empleo y que, con el poco dinero que le queda, decide abandonar Baltimore y mudarse a la cabaña que su abuelo, el mítico Cerón Harper, le dejó en herencia cerca de Sulphur Creek, en las montañas de Canadá. Para su sorpresa, pronto descubre que la zona se vacía durante los meses de invierno. Con cualquier excusa, los lugareños abandonan el pueblo temporalmente. Un hecho curioso, que Joe atribuye a las extremas temperaturas, pero que parece adquirir otro significado cuando uno de sus vecinos le advierte: «No pase aquí el invierno. Ellos vienen. Vienen cuando hace frío».
Tanto frío, o más, pasaremos con la última propuesta de David Jasso, un auténtico experto en el terror psicológico, Hijos del hielo. Publicada por Cazador de Ratas, es una historia cercana y estremecedora que irá cubriendo nuestra piel con una escarcha de terror mientras la leemos. En los inicios del siglo XX, en los albores de la industrialización, el negocio de la producción de hielo natural en Fuendetodos se encuentra sumido en una grave crisis de la que, resulta evidente, ya no podrá salir. En ese entorno, Manuel, un trabajador de los neverones, pierde a su esposa y se queda solo con dos niños pequeños. Eliseo, su patrón, y la esposa de este se ofrecen a ayudarle en su complicada situación familiar. Pronto surgirá un complicado entramado de relaciones y de sentimientos que dirigirá a los implicados hacia un destino cruel y doloroso.
Otro título imprescindible para tomarle el pulso al terror nacional es Paradoja en Renfield Street, de Lluís Rueda, publicado por Hermenaute. El joven Andy Telfer despierta en su apartamento de Renfield Street enfrentado a dos enigmas casi irresolubles. A su lado duerme una joven galesa que parece venir del pasado, al menos así lo atestiguan su vestido de época y su documentación. El otro enigma hace referencia al viejo manuscrito que sostiene ante él un misterioso agente literario llamado Edgar Grainger: el texto contiene el primer capítulo de una novela, al parecer escrita por el propio Telfer y protagonizada por la joven que yace a su lado, Sarah Aveling. En Paradoja en Renfield Street se dan cita las criaturas más extraordinarias del folclore escocés, hindú y japonés. Una novela de terror esotérico y alteraciones temporales que abarca más de doscientos años, se sitúa en varios continentes y atraviesa portales a otros mundos que la literatura no había mostrado hasta la fecha.
Aunque a veces no hace falta irse tan lejos para encontrar monstruos terroríficos. En Detrás de sus ojos, de Sarah Pinborough con traducción de Pilar Ramírez Tello y publicado por Runas, conoceremos a David y Adele. Parecen una pareja ideal: él es un competente psiquiatra y ella la esposa perfecta que le adora. Pero ¿por qué él es tan controlador? Y ¿qué es lo que oculta ella? A medida que Louise, la nueva secretaria de David, entra en la órbita de la pareja, en vez de hallar respuestas se va encontrando con preguntas cada vez más inquietantes. Lo único que está claro es que en este matrimonio hay algo peligroso. Pero Louise no se imagina hasta qué punto es así, y hasta dónde puede llegar alguien para proteger sus secretos. En palabras de la autora: «Detrás de sus ojos trata sobre el lado negativo del amor. Sobre lo que tiene de adicción y egoísmo. Sobre intentar averiguar cómo son en realidad las personas debajo de la pasión, las palabras, las apariencias y lo «maravilloso». Sobre los secretos que se esconden en el corazón de las relaciones. Y también sobre la fascinación que sienten las mujeres por otras mujeres.»
La Biblioteca de Carfax, una jovencísima editorial especializada en literatura de terror, nos trae un par de propuestas muy interesantes: Experimental Film, de Gemma Files, con traducción de Elisa Rivera. En esta novela, ganadora del último premio Shirley Jackson, Lois Cairns, una exprofesora de cine, desempleada y al borde de la depresión, descubre la existencia y las películas perdidas de quien se cree que es la primera directora de cine de Canadá. Al investigar su trabajo, Lois descubre que esa directora se veía acosada por unas fuerzas sobrenaturales que ahora amenazan con perseguirla a ella también.
Pero si lo que nos gusta son las historias victorianas de fantasmas, los Relatos sombríos de Edith Nesbit, traducidos por Gonzalo Gómez, son una magnífica elección.
Nick Antosca, creador y showrunner de Channel Zero y guionista de Hannibal, nos trae de la mano de Orciny Press Pícnic a la luz de la luna, con traducción de Hugo Camacho. A altas horas de la madrugada, en medio de una tormenta terrible, Bram atropella sin querer al perro al que todos los parroquianos del bar adoran. Cuando acude a terminar con su agonía, descubre que el animal ha desaparecido en el bosque. Al día siguiente, una persona emerge de entre los árboles y le entrega un hatillo de huesos que resultan ser los de un niño. Más tarde recibe una visita inesperada que lo llevará a adentrarse en el más allá. Pícnic a la luz de la luna es una historia escalofriante sobre la soledad y la naturaleza de la muerte; una novela de carretera a través de un territorio que se ha convertido en algo extraño y amenazante.
No todo va a ser terror nacional o anglosajón. Como muestra, acabamos con una pequeña y terrorífica joya de la literatura japonesa publicada por Satori: En el bosque, bajo los cerezos en flor, de Ango Sakaguchi y traducida por Susana Hayashi. Un despiadado ladrón se ha instalado en las montañas y aterroriza a los viajeros que osan cruzar el solitario paso de Suzuka, un camino poco frecuentado que atraviesa un misterioso bosque de cerezos. Un día, en una de sus habituales fechorías, el ladrón cae rendido ante la arrebatadora belleza de una enigmática mujer y decide llevársela consigo para convertirla en su esposa. Subyugado por su hermosura, el bandido se desvivirá por colmarla de oro y joyas y accederá a trasladarse con ella a la capital. Una vez allí, el deseo irrefrenable de la caprichosa mujer lo sumirá en una vorágine de muerte y locura que solo podrá llegar a su fin de una única forma.
En el bosque, bajo los cerezos en flor es la esencia misma del relato fantástico y de horror, aquel que se basa tanto en lo contado como en lo que no se cuenta y donde el verdadero miedo yace en la naturaleza misma de la vida y sus preguntas sin respuesta.