Jorge Fernández Díaz, escritor y periodista argentino (Buenos Aires, 1960), miembro de la Academia Argentina de la Letras, es actualmente columnista del diario La Nación y conduce el programa de radio Pensándolo bien, galardonado en el 2016 con el premio Martín Fierro al mejor programa nocturno de radio. Tiene en su haber otros premios, como la Medalla de la Hispanidad, y sus dos últimas novelas las ha protagonizado el mismo personaje. La última, La herida, acaba de ser publicada por la editorial Destino.
1. ¿Por qué es escritor?
Porque me pegaban en el colegio, y porque me refugiaba en John Ford.
2. ¿Tiene algún ritual para escribir?
Yerba mate, una amarga infusión, incomprensible para los españoles.
3.¿Cómo encaja las críticas?
Sólo creo las negativas. Pero por suerte he tenido muy pocas.
4.¿Qué libro/s está leyendo?
Uf, leo tres o cuatro libros por semana y al mismo tiempo. Estoy fascinado con el diario parisino de Malaparte.
5.¿Qué es lo que más le gusta de escribir novelas?
Crear minuciosamente la historia invisible de los personajes y comprobar cómo cobran vida propia.
6.¿Y del periodismo?
Su aspecto narrativo y ensayístico. El periodismo como obra de arte.
7.El libro que le hubiera gustado escribir y escribió otro…
¡¡Tantos!! Tal vez El largo adiós, El viejo y el mar, El Aleph, Julia, de Somerset Maugham. Sin duda Todo Alatriste, pero el cabrón de Reverte me ganó de mano.
8.¿Qué libro no ha leído ni piensa hacerlo?
¡¡Tantos!! Todo el canon de la autoayuda.
9.¿Por qué escribe género negro?
Porque la política es una novela negra.
10.¿Cómo se siente uno con tantos premios en su haber?
Hambriento.
11.¿De quién es fan? (literariamente hablando)
De Borges, principalmente. Cada viernes, antes de escribir mi artículo dominical, leo una de sus miniaturas. Me encomiendo a él. Pero Borges no me escucha.
12.¿En qué libro «entraría» como personaje para vivir la historia in situ con los protagonistas?
En Falcó o en Eva, pero lo haría en compañía de Remil, por las dudas: es un terreno peligroso.
13.¿Puede elegir entre Oscar Wilde, Cervantes, Shakespeare, Virginia Woolf, Jane Austen, Poe y Lovecraft?
No. Pero Cervantes y Shakespeare están por encima de todos. Luego elijo a Poe.
14.Si tuviera una ouija ¿con qué autor o autora conectaría y qué le preguntaría?
Con Conan Doyle, que creía en esas cosas. Lo ametrallaría a preguntas sobre Baker Street.
15.Viaja al pasado y puede pasar un día con alguien ¿dónde y con quién?
Una cena con Borges en casa de Bioy y Silvina Ocampo. En cualquier noche de los años 60.
16. ¿Su leyenda urbana favorita?
Elvis está vivo.
17.¿Es escéptico o creyente?
Agnóstico flexible, criado por salesianos y formado por nacionalistas de izquierda y luego por socialdemócratas.
18.¿En qué cree?
En la democracia. Puede ser un cliché en Europa, pero no lo es en América latina.
19.¿Qué tal su sexto sentido?
Es poderoso. Veo cosas ocultas en un cara a cara. A veces imagino el futuro y acierto.
20.¿Ha visto un ovni, un fantasma, algo raro…? (visto u oído ¿qué?)
Nunca. Aunque temo más al fantasma de los vivos que al fantasma de los muertos.
21.¿Le avergüenza que le hagan preguntas de este tipo?
No, soy afecto a las antologías fantásticas. Y eso te prepara para todo.
22.¿En qué se parecen sus novelas a la realidad?
En todo. Lo que no puedo narrar como periodista, lo escribo como novelista. A veces la ficción es la única forma de contar la realidad.
23.¿Con qué le cabrean?
Con el fanatismo políticamente correcto, con el progresismo meramente frívolo, con el neonacionalismo. Las mentiras que nos venden y que compramos me cabrean.
24.¿Qué se le da bien aparte de escribir?
Casi nada. Solo hacer radio.
25.¿Sus actrices favoritas de todos los tiempos?
Ava Gardner, Bette Davis, Helen Mirren, Cate Blanchet, Marilú Marini.
26.¿Y sus actores?
Spencer Tracy, Charles Laughton, John Wayne, Marlon Brando, Ricardo Darín, Oscar Martínez
27.La pesadilla que aún recuerda…
Estoy desempleado y marcho por Buenos Aires con otros menesterosos. Mi padre me toca el hombro y me susurra: «Te lo dije, pero no me hiciste caso».
28.Cuénteme una metedura de pata sonada…
Cuando era joven y dirigía un periódico en la Patagonia, hice un titular enorme con una peligrosa fisura en una represa llamada El Chocón. Escribí Chochón, y fui el hazmerreír de la ciudad. Y me volví un obsesivo de las correcciones.
29.¿Qué le daba miedo de niño y qué le da miedo, ahora, de adulto?
De niño, los vampiros. De adulto, las enfermedades penosas.
30.De pequeño ¿qué quería ser de mayor?
Detective.
31.¿Y qué queda del Jorge de su infancia?
Creé mi propio detective, aunque es un canalla.
32.¿Quién es la persona que más admira y por qué razón?
Mi mujer, Verónica, que es periodista. Reúne la inteligencia, la bondad y la sensualidad en un solo cuerpo.
33.¿De qué siente nostalgia?
De los sábados de mi infancia, cuando veía seis películas seguidas del viejo Hollywood. Nunca fui tan feliz como en aquellos tiempos.
34.¿Qué tal se le da cantar?
Pésimo.
35.¿Se posiciona en temas tipo toros, religión, política o fútbol?
Para mí los toros son Muerte en la tarde de Hemingway y Juan Belmonte de Chaves Nogales. Soy agnóstico, librepensador e hincha pasivo del juego, no importa la camiseta.
36.¿Qué opina de concursos tipo Miss Universo?
Un invento estúpido e insípido de la falocracia.
37. ¿Y de los reality shows?
Laboratorios para los que no tengo paciencia.
38. ¿Su filosofía o lema de vida?
La vida es una escalera infinita. Hay que saber subir, pero también regular. Para no morir en el intento. Ah, y a una buena sigue una mala. Esta es una superstición íntima, una tara que no puedo quitarme.
39. ¿Sabe qué significan palabras como ectoplasma, sinestesia, pareidolia o fantasmogénesis?
(ya le advierto que las dos últimas no existen en la RAE).
Las sospecho.
40. ¿Sabe cocinar, planchar…?
No sé hacer otra cosa que escribir y catar cafés expresos: soy muy exigente con ellos, lo que no deja de ser una soberana tontería.
41. Vuelve a nacer, no se relaciona con la literatura ¿Qué sería?
Sería director de cine, tal vez espía.
42. Por orden de preferencia: comer, escribir, hacer el vago.
Comer, escribir y follar, no necesariamente en ese orden. El ocio, la vagancia momentánea, son apenas recuerdos remotos. Cuando Dios da un don, da un látigo.
43. ¿En qué cree que se parecen Argentina y España?
Su cainismo, su mala leche, su corrupción política, su talento desbordante, su gente buena, sus «canciones que hacen daño»: mi amigo el Cigala llama así al flamenco y al tango.
44. ¿Qué es lo mejor de Argentina?
Su buena entraña, su ingenio individual.
45. ¿Y lo peor?
Sus supercherías ideológicas, su compulsión por la decadencia.
46. ¿Es confiado o desconfiado?
Desconfiado por oficio.
47. ¿Ha recibido puñaladas traperas?
Algunas. Pero he aprendido a adelantarme a los traidores.
48. ¿Qué le parece compartir nombre y apellidos con un político español?
Una tragedia. Es como si una escritora española quisiera darse a conocer en la Argentina llamándose Cristina Kirchner.
49. ¿Qué palabra aún no admitida incluiría usted en la RAE?
El verbo «remilar» (por Remil, el protagonista de La herida): enviar a un matón de Estado a romperle los dientes a un enemigo.
50. ¿Se ha entretenido con esta entrevista-test o le hubiera gustado más atrevida?
Me ha entretenido y me ha dado la ocasión de parecer un chico listo. Cosa que evidentemente no soy.
La herida, Jorge Fernández Díaz, Destino, 336 pp., 18,90 €
El destino misterioso y tal vez violento de dos mujeres deja al desnudo la construcción del populismo corrupto. Una nueva misión para Remil, el controvertido personaje de El puñal.