EL CASTILLO DE SANT JORDI Y EL TEMIBLE DRAGÓN
En la primigenia versión, San Jorge vencerá al dragón y salvará a la princesa pero su santidad, y consiguiente celibato, hará que la historia no tenga un final romántico.
El matrimonio como final de cuentos de hadas es una tradición anglosajona que aparece en el siglo xiv
La Casa Terrades, popularmente conocida como Casa de les Punxes, no fue siempre la morada de Sant Jordi y el Dragón. Desde el año 2016 este edificio, que recuerda al castillo de Neuschwanstein, alberga en su planta principal un conjunto museístico dedicado al patrón de Cataluña y a la figura del temible monstruo, presente tanto en la cultura catalana como en toda la tradición anglosajona.
En 1905 Bartomeu Terradas Brutau, heredero de una importante empresa textil, encargó a Josep Puig i Cadafalch la construcción de un edificio para que su madre y sus tres hermanas gozaran de vivienda propia y pudieran, gracias al alquiler de los diferentes inmuebles, tener independencia económica. Así lo había dispuesto el patriarca que, siguiendo la tradición catalana de nombrar heredero al varón, no quiso que las féminas de la familia quedaran desprotegidas a su muerte.
El edificio, aunque a simple vista no lo parece, está perfectamente dividido en tres partes iguales. Y en cada una de las fachadas se encuentran referencias a sus moradoras. Un ángel custodio, para Ángela; la vara de San José para Josefa y profusión de rosas para la hermana con nombre de flor. Son algunos de los detalles que pueblan los muros de esta construcción de cuento. En la fachada menos visible, un enorme plafón cerámico dedicado a Sant Jordi muestra la reivindicación medievalista propia de la Renaixenca, de la que Puig i Cadafalch, en su vertiente arquitectónica, es uno de los más fieles exponentes. Seis torres góticas coronadas por seis agujas, de ahí su sobrenombre, conforman uno de los inmuebles más admirados de la ciudad. En 1975, el edificio fue declarado monumento histórico nacional y, en 1976, bien cultural de interés nacional.
La morada del dragón
Un valiente caballero, la bella princesa y el temible dragón no podían haber encontrado en la ciudad Condal mejor morada que la Casa de les Punxes. Puig i Cadafalch sin duda vería con buenos ojos que uno de sus edificios más emblemáticos, destinado a uso residencial, sea en la actualidad la sede del museo que la ciudad dedica a Sant Jordi.
Subrayando la vertiente modernista, en la planta principal hay seis salas dedicadas a la figura del patrón de Cataluña, con un itinerario envolvente e interactivo en donde el visitante es literalmente abducido, viviendo una experiencia onírica.
Puertas que se abren y cierran a nuestro paso, oscuridad, lenguas de fuego y una teatralización de la leyenda consiguen que los visitantes, de cualquier edad, vivan una auténtica aventura. Sorpresas en cada recodo para explicar una historia de siglos que sigue cautivando a grandes y pequeños y que nos hace volver a creer en animales fantasmagóricos y románticas historias de princesas.
La figura de Sant Jordi
El recorrido lúdico desvela la figura de Sant Jordi, tan común en nuestra cultura, pero que ofrece múltiples variantes. Porque, ¿quién fue realmente Sant Jordi?
Según la tradición, San Jorge nació hacia el año 270 en la Capadocia, de padre pagano y madre cristiana. Oficial del ejército romano, fue apresado y torturado por su fe y decapitado el 23 de abril de 303 en Palestina. En el siglo xiii el dominico y arzobispo de Génova Santiago de la Vorágine reúne en La Leyenda Dorada la vida de más de 180 santos. Es en ese volumen, profusamente copiado durante la Baja Edad Media, donde aparecen por primera vez las referencias a un dragón y a una princesa. En esta primigenia versión, San Jorge vencerá al dragón y salvará a la princesa, pero su santidad y consiguiente celibato hacen que la historia no tenga un final romántico. El matrimonio como final de cuentos de hadas es una tradición anglosajona que aparece en el siglo xiv.
En la leyenda catalana los hechos se ubican en Montblanc (Tarragona), de la sangre del dragón nace una rosa que el caballero entrega a la princesa, y la bestia no es abatida, sino que se le perdona la vida a cambio de la conversión de todos los súbditos al cristianismo.
Una fecha mágica
Se fecha la muerte de los dos escritores más universales de la literatura, William Shakespeare y Miguel de Cervantes, el 23 de abril de 1616, si bien el dato no es exacto, ya que Inglaterra y España se regían por dos calendarios distintos desde que el papa Gregorio XII adelantó 10 días el calendario en 1582.
La medida fue adoptada rápidamente por España, Francia e Italia, pero Inglaterra no lo hizo hasta 1752. Por tanto, según el calendario inglés Shakespeare murió el 23 de abril, pero según el calendario católico sucedió el 3 de mayo.
En cualquier caso, la celebración de Sant Jordi ha convertido esta fecha en la fiesta del libro. Un día cargado de simbolismo, en el que se unen el amor, con la entrega de rosas, y la pasión por la cultura. Una tradición catalana que ha traspasado fronteras y que ha encontrado eco en muchos países, convirtiéndose en la cita literaria más importante del calendario. Una fecha en que los ciudadanos toman las calles y, armados con una rosa y un libro, transforman el ambiente, consiguiendo que sea el día más festivo y mágico del año. Un buen momento, sin duda, para visitar la Casa de les Punxes y empaparse del espíritu de un santo que se ha convertido en la salvación de los libreros.
Redondear la visita
Aunque grandes y pequeños visiten la Casa Terrades fascinados por la leyenda de Sant Jordi y el dragón, el edificio posee sobrados ingredientes para ser objeto de admiración por parte de los amantes del modernismo y de la historia de la ciudad. Aturdidos todavía por las sensaciones que ha provocado el recorrido, la azotea del inmueble redondeará la visita mostrando una poco conocida panorámica de la ciudad. Las seis diferentes torres forman parte del conjunto expositivo y permiten entender todavía más la importancia del modernismo y la magnitud de la figura de Puig i Cadafalch. La tienda y el bar ubicados en los bajos ponen el broche final a una visita que sin duda querremos repetir. En pocos sitios nos podremos sentir como un caballero o una princesa.
Origen
El día de libro fue instaurado en 1926, en plena dictadura de Primo de Rivera, por Alfonso XIII, con el nombre de Fiesta del libro y se celebraba el 7 de octubre, posible fecha del nacimiento de Cervantes. La iniciativa fue presentada por la Cámara Oficial del Libro de Barcelona y partió del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés. En 1930 se trasladó al 23 de abril y arraigó sobre todo en Cataluña, donde coincide con el día de Sant Jordi, y en las ciudades universitarias. El caso es que regalar una rosa y un libro en la Diada de Sant Jordi se convierte en tradición y es uno de los factores que influyen para que la UNESCO elija, desde 1995, esta fecha como día mundial del libro y del derecho de autor.
El 23 de abril se conmemora la muerte de Cervantes, aunque en realidad murió el 22, y la de Shakespeare, aunque falleció en mayo (Gran Bretaña no abandonó el calendario juliano hasta el siglo xviii), pero tampoco vamos a ponernos tiquismiquis. Quien sí tuvo la decencia de morir el día en que se celebra su muerte fue el Inca Garcilaso de la Vega, el 23 de abril de 1616, el mismo año que Shakespeare, por cierto. Josep Pla también murió un 23 de abril, el de 1981. Podríamos decir que es un mal día para los escritores pero un buen día para los libros (aunque nos tememos que cualquier día del calendario daría para tantas o más efemérides).
Como curiosidad, en Irlanda y el Reino Unido celebran el día del libro el primer martes de marzo y lo llaman World Book Day, porque, como es obvio, si el resto del mundo lo celebra otro día es porque está equivocado. El día de Shakespeare, eso sí, es el 23 de abril.
También es una fecha que les encanta a los periodistas culturales, ya que durante unos días tienen cubiertos los contenidos: entrevistas, datos, expectativas, editoriales llorando por la crisis… pero, sobre todo, es un día para los lectores, que podemos aprovecharnos de los descuentos y ofertas, ojear las novedades y, aunque sea un día al año, celebrar nuestro día haciendo lo de siempre: comprando libros.
San Jorge, patrón de Inglaterra…
San Jorge es también el patrón de Inglaterra, donde el 23 de abril es el día festivo de mayor importancia junto con la Navidad y está adquiriendo aún más importancia en los últimos años.
La leyenda cuenta que un dragón atacaba regularmente a los habitantes de la región de Capadocia, que decidieron entregarle dos corderos al día a cambio de que les permitiera vivir en paz. Cuando los animales escasearon, se decidió enviar una persona y un cordero. Llegó el momento en que fue la princesa del reino la escogida para acompañar al cordero y por el camino tuvo la suerte de encontrarse con el caballero San Jorge, que la rescató enfrentándose con el dragón y clavándole su espada. De su cuerpo brotó una rosa que San Jorge ofreció a la princesa.
La cruz que lucía el caballero se convirtió asimismo en el emblema de la bandera de Inglaterra, que se adoptó durante el siglo xvi. Se trata de una cruz roja con fondo blanco, la cual adorna muchos bares y restaurantes de todas las ciudades del país durante el día de la conmemoración.
De Aragón
Cuenta la leyenda que en el año 1096 Pedro I de Aragón venció a los musulmanes en la batalla de Alcoraz gracias, entre otras cosas, a la providencial aparición de San Jorge. Desde aquel momento el santo matadragones se ganó la simpatía de los aragoneses, nobles y plebeyos, hasta que en el siglo xv fue oficialmente proclamado patrón de la Corona de Aragón, nombramiento corroborado el 16 de abril de 1984, cuando la flamante comunidad autónoma maña instituyó el 23 de abril como día de Aragón.
… Y de mil lugares más
Es además el santo patrón de Bulgaria, Etiopía, Georgia, Inglaterra y Portugal y Tombuctú (Mali). También de Alcoy y Banyeres de Mariola, Cáceres, Golosalvo, Madrigueras, Lucena y Santurce , entre otros incontables sitios.
En Golosalvo hay una escultura dedicada al patrón obra de Francisco Salzillo. En Argentina, es patrono de la ciudad de Pichanal (Salta). También es el patrón universal de los Scouts, al parecer porque era el patrón de la Caballería en Inglaterra.
En 1995 la UNESCO , a través de la Resolución 3.18 aprobada por la Conferencia General en su 28.ª reunión, proclamó el 23 de abril como Día Mundial del Libro.
Reyes Salvador