Géneros enredados en la literatura infantil
Uno de los medios a través del cual la literatura infantil actual ha logrado llamar la atención de sus lectores es mezclando géneros literarios. ¿El objetivo? Potenciar el humor al trasgredir aquellos cuentos por todos conocidos con finales impredecibles. ¿A quién no roba una sonrisa pensar por ejemplo en un diminuto Gulliver en un país de Gigantes que hasta teme subirse a un barco?
Tergiversar los clásicos en obras divertidas y emotivas requiere, al mismo tiempo, mucha imaginación y saber contar. Pues no se reduce sólo a entrelazar narrativamente dos géneros, y convertir un cuento tradicional en uno policíaco, en una historia fantástica o de aventuras. De lo que se trata es de despertar lo lúdico, de disfrutar, y por qué no, de reflexionar desde un lugar en el que los más pequeños perciben que, más allá de lo que les han contado, aún queda mucho por descubrir.
Para lectores de 4 a 7 años: Érase dos veces La Bella y La Bestia, de Pablo Macías Alba y Belén Gaudes Terra. Bella es una muchacha que trabaja en la librería de su pueblo, que vive intensamente su interés por la literatura y pronto se verá atrapada en una aventura que sólo ella podrá resolver.
Para lectores de 6 a 9 años: El lobo sentimental, de Geoffroy de Penart, muestra que algunos animales no son tan malos como se ha insistido en los cuentos tradicionales. El protagonista aquí es Lucas, un lobo sentimental dispuesto a emanciparse y a vivir su propia vida. Pero cuando su padre le dice que debe comerse a Caperucita Roja y a Pulgarcito, con su sensibilidad, todo se complica.
Para lectores de 8 a 12 años: Blanca nieves y los siete gigantones, de Yanitzia Canett es un cuento en verso en el que se trabaja la educación en igualdad, es una vuelta de tuerca muy divertida al cuento de Blancanieves y los siete enanitos y que, al mismo tiempo, da mucho qué pensar…
Libros que van directos al corazón
Entre los objetivos de la literatura infantil está el estimular la imaginación y contagiar el placer por los libros; pero la lectura también es una vía excelente para ampliar la experiencia empática. Evadirse, imaginar que se es otro, o que con sólo abrir un libro es posible internarse en otros mundos, no es menos importante. Como tampoco lo es ampliar el sentido estético, o que los lectores se formen sus propios criterios. Y en este sentido, hay libros que calan tan hondo que a los niños les resultan inolvidables.
A partir de 5 años: La casa de los erizos, de Ángel Domingo y Mercè López, en la que se cuenta la historia de una familia de erizos que deciden alejarse del clima frío, sin darse cuenta de que han ido en una dirección equivocada: hacia un lugar donde se ha sufrido una guerra. Un maravilloso relato que pone el acento en los afectos familiares y en el cuidado de las personas a las que amamos.
A partir de 9 años: El niño de las chabolas, de Azouz Begag, ambientada en las chabolas de Lyon, cuenta la historia de un joven que trabaja duro para ser el mejor alumno en la escuela primaria, pero que acaba ganándose la envidia y el rechazo de sus compañeros árabes, mientras se enfrenta al racismo de los franceses.
A partir de 11 años: Abdel, de Enrique Páez es la historia de un joven tuareg nómada al que, inesperadamente, su padre le anuncia que ha decidido emigrar a España. La vida del joven inmigrante ilegal se convierte, desde que llega al nuevo país, en una verdadera pesadilla.