(Roccabianca, Italia, 1908-Cervia, íbid, 1068)
Este mes de julio se cumplen cincuenta años de la muerte del escritor y periodista Giovanni Guareschi (1908-1968), que en su momento, a finales de los años cuarenta del pasado siglo, alcanzó una gran popularidad con una novela protagonizada por dos personajes singulares: Don Camilo ─que daba título a la obra─, cura párroco de un pequeño pueblo italiano, fiel seguidor de la política de la Democracia Cristiana del vaticanista Alcide De Gasperi, y Peppone, alcalde del municipio, no menos fiel seguidor de la política del Partido Comunista del camarada Palmiro Togliatti. Don Camilo dialogaba, además, con la imagen del Cristo crucificado de su iglesia, que no siempre le daba la razón en sus peloteras con Peppone, y tal vez por ello la Censura, en la España del Partido Único del general Franco, no vio con buenos ojos la obra, y durante algún tiempo los ejemplares de la editorial sudamericana que la había publicado tuvieron que venderse de tapadillo. Ambos personajes fueron llevados al cine ─el gran actor francés Fernandel encarnó a don Camilo─, y se corrió la voz de que Pío XII había visionado el film y le había dado su placet. A partir de ahí, la obra ─y sus inevitables secuelas─ fue autorizada en España. Hoy, don Camilo y Peppone han pasado a la historia, como sus respectivos partidos políticos, la DC y el PCI, pero los más viejos del lugar seguramente recuerdan con nostalgia sus divertidas refriegas, que daban testimonio de que la convivencia, pese a todo, es posible, o debería serlo.