Gema Nieto (Madrid, 1981) es licenciada en Filología Hispánica y Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad Complutense. Actualmente trabaja en el mundo de la edición y colabora en revistas como Pikara Magazine, Qué Leer y Culturamas, escribiendo artículos sobre libros, cómics y videojuegos. Su primera novela, La pertenencia, fue publicada por Caballo de Troya en 2016. Acaba de publicar Haz memoria (Dos Bigotes).
1.- ¿Qué libro recuerda de su infancia?
Momo, de Michael Ende, y toda la colección de El pequeño vampiro, de Angela Sommer Bodenburg.
2.-¿Qué libro no pudo terminar?
El viejo y el mar, de Ernest Hemingway.
3.-¿Qué libro desearía que no se hubiera acabado nunca?
Con el primer libro que tuve esa sensación fue con El señor de los anillos, de Tolkien. Después se ha repetido con muchos, como Olvidado Rey Gudú, de Ana María Matute, Fortunata y Jacinta, de Galdós, o El ruido y la furia, de William Faulkner.
4.-¿Qué libro le gusta regalar?
El hombre que se enamoró de la luna, de Tom Spanbauer, porque es un libro sorprendente que nunca decepciona ni deja indiferente a nadie.
5.-¿Qué libro no regalaría nunca?
Cien años de soledad, de García Márquez, porque sinceramente me parece el libro más sobrevalorado de la historia. Tampoco a Neruda. Ni Crepúsculo. Ni cualquier bestseller estupidizante.
6.-¿Qué libro le habría gustado escribir?
Tantos… Las olas, de Virginia Woolf, La escala de los mapas, de Belén Gopegui, Escrito en el cuerpo, de Jeanette Winterson, Fahrenheit 451, de Bradbury, El niño perdido, de Thomas Wolf, Justine, de Lawrence Durrell… y también la saga de Los Juegos del Hambre, me parece una historia realmente buena y muy digna.
7.-¿Qué cree que se debería hacer para fomentar la lectura?
Que los padres lean antes que los niños, que sus hijos les vean leer y vean que hay libros en casa y que éstos ocupan un lugar importante, y que en los colegios se seleccionen no sólo lecturas apropiadas para ellos sino de calidad, libros valiosos (clásicos o contemporáneos) que les hagan pensar, preguntarse cosas, descubrir, imaginar y entusiasmarse.