Víctor Colden (@viccolden), licenciado en Filología Románica, es autor de varias traducciones del inglés y el italiano, del relato inédito Veinticinco de hace veinticinco y de unas «crónicas personales del idioma español» recopiladas en su Cuaderno de lengua. Actualmente trabaja en un libro que, bajo el título de Gazeta de la melancolía, va adelantando en la revista FronteraD. Inventario del paraíso, su primera novela (Libros Canto y Cuento, 2019) es la historia de un niño que buscaba un tesoro y de un hombre que desentierra un cofre lleno de recuerdos.
(c) Sofía Colodrón.
1.- ¿Qué libro recuerda de su infancia?
¿¡Uno solo!? Recuerdo, por ejemplo, La Biblia contada a los niños, de Anne de Vries (editado por Marfil en traducción de José Zahonero Vivó), las novelas sobre Óscar escritas por Carmen Kurtz y los libros de texto de lengua Senda de la editorial Santillana. ¡También Tintín en el Tibet! De todos ellos (y de los libros de Enid Blyton, claro) hablo un poco en mi Inventario del paraíso.
2.- ¿Qué libro no pudo terminar?
La Divina Comedia. En mi descargo diré que lo intenté en su versión original, cuando estudiaba Filología Románica. Y me quedé en el infierno… No descarto volver a intentarlo (a ver si por lo menos alcanzo el purgatorio).
3.- ¿Qué libro desearía que no se hubiera acabado nunca?
Los de las series primera y segunda de los Episodios Nacionales de Galdós. Tertulia de boticas y escuela de curanderos, de Álvaro Cunqueiro. Y también, claro, el Quijote: ojalá los dos amigos hubieran seguido recorriendo juntos esos caminos…
4.- ¿Qué libro le gusta regalar?
El cuento de nunca acabar: apuntes sobre la narración, el amor y la mentira, de Carmen Martín Gaite. España, sueño y verdad, de María Zambrano. Léxico familiar, de Natalia Ginzburg. Poesía de Antonio Machado, Borges, Juan Gil-Albert, Pablo García Baena, Ángel González, Felipe Benítez Reyes y otros.
5.- ¿Qué libro no regalaría nunca?
Uno mal escrito, o que no me pareciera escrito con una cierta intención y exigencia estéticas.
6. – ¿Qué libro le habría gustado escribir?
Muchísimos. Va una lista improvisada (y desordenada): La saga/fuga de JB, de Torrente Ballester; El corazón es un cazador solitario, de Carson McCullers; La cartuja de Parma, de Stendhal; Bomarzo, de Mujica Lainez; cualquiera de Juan Marsé; Las confesiones de un pequeño filósofo, de Azorín; El jardín de los Finzi-Contini, de Giorgio Bassani; El siglo de las luces, de Alejo Carpentier; Miau, El doctor Centeno o Misericordia, de Galdós. Secuestrado y Catriona, de Stevenson; ¡En busca del tiempo perdido, de Proust!
7.-¿Qué cree que se debería hacer para fomentar la lectura?
Mencionaré solo dos cosas: establecer en los colegios un tiempo diario (por lo menos quince minutos) dedicado a la lectura, y obligar por ley a que todos los centros educativos cuenten con una biblioteca que merezca ese nombre, con funciones claras, involucrada en los procesos de enseñanza y aprendizaje, con dotaciones presupuestarias dignas para la adquisición de novedades y la organización de actividades, y con la figura de un bibliotecario escolar profesional y fijo.
INVENTARIO DEL PARAÍSO, Víctor Colden, Libros Canto y Cuento, 290 pp., 15 €