Si hay canción del verano, ¿por qué no iba a haber una novela también para el periodo vacacional, tradicionalmente ligado a lo ligero, entretenido y amable? Así se podría calificar esta obra de Beth O´Leary, que de licenciarse en Lengua Inglesa se pasó a la edición de libros infantiles. En su casa de campo cerca de Londres escribió esta su primera novela, Piso para dos, que la editorial Suma está promocionando con tres frases tan simpáticas y sencillas como enigmáticas: «Tiffy y Leon comparten piso. Tiffy y Leon comparten cama. Tiffy y Leon no se conocen». Pero quién podría asegurar que el mero hecho de convivir con alguien te hace conocer de verdad a tu compañero o compañera, se podría pensar. Aunque no van por ahí los tiros.
El caso es que Tiffy Moore se ve en la necesidad de dar con un piso barato donde alojarse después de romper su relación con su novio Justin, y se encuentra con un anuncio curioso; a la vez, un chico llamado Leon Twomey tiene un empleo nocturno –es un enfermero que necesita dinero para poder ayudar a su hermano pequeño Richie, que se encuentra en la cárcel por error–, de modo que pasan una serie de casualidades que llevan a una solución aparentemente ideal pese a que los amigos de Tiffy, Mo y Gerty, no lo vean tan claro: Leon utilizará la cama del apartamento mientras Tiffy se encuentra trabajando en su oficina –como editora en una empresa de libros– durante el día; de esta manera, al no coincidir en los diferentes y continuos turnos, se ven obligados a comunicarse mediante notas, resultando todo ello hasta divertido para ambos, y las cosas menores, como las relativas a la nevera o a la higiene del cuarto de baño, pueden resolverse fácilmente.
Pero… entonces entrarán en acción otros elementos que harán de esa no convivencia una convivencia difícil, en cuanto aparezcan en escena algunos personajes que distorsionan ambas vidas, lo cual hará que la amistad pueda conducir a algo más mientras tratan de bregar con las dificultades con las que se van topando. Piso para dos es, pues, una de esas novelas románticas y optimistas, divertida, con diálogos chispeantes y personajes encantadores y con un humor tierno e ingenioso al tiempo; asimismo, con un mensaje de bondad siempre de fondo, como cuando se habla de cómo Leon se empeña en conseguir que una niña con leucemia se acabe recuperando.
En definitiva, estamos antes la típica comedia feel good, que plantea el viejo tópico de que el amor puede aparecer del modo más inesperado, y además con el aliciente de que siempre se conoce la doble visión de la pareja; pero sin que tampoco eso haya llevado a la autora a sucumbir ante los encantos de lo desmesuradamente fácil y, a efectos literarios, demasiado inverosímil, porque el relato también pretende plantear qué es exactamente el amor contrastándolo con relaciones rutinarias y cómodas, o recrear lo nocivas que pueden resultar para uno mismo ciertas relaciones tóxicas que, sin darnos cuenta, pueden arruinar la propia autoestima.
Redacción.
Piso para dos, Beth O’Leary, Suma, traducción de María del Mar López, 448 pp., 19,90 €