Nacido en Barcelona en 1981, Jordi Guinart se dio cuenta pronto de que la carrera de informática no era lo suyo y, en un momento dado, se pasó a la carrera de Biblioteconomía y Documentación, mucho más acorde con sus intereses y aspiraciones profesionales.
Trabajó varios años en la Biblioteca Municipal de L´Ametlla del Vallès, de la que fue director durante un año y donde reunió todo el fondo de fanzines de la colección privada del músico y cantante Miqui Puig que acabó exponiéndose en distintas bibliotecas barcelonesas. Se tomó un año sabático y, después de unas primeras colaboraciones en departamentos de distintas editoriales, en el año 2015 aterrizó en la editorial Acantilado y en su sello gemelo Quaderns Crema.
Trabajó primero codo con codo con Sergi Masferrer y, a la marcha de este, fue nombrado jefe de prensa.
No había aterrizado en una editorial cualquiera. El año anterior había fallecido su carismático y erudito fundador, Jaume Vallcorba. En este sentido, el buen lector, el que exige la máxima calidad, la máxima audacia, la máxima elegancia, siempre ha tenido y tiene una cita con la editorial Acantilado, para libros en castellano, y con Quaderns Crema, en catalán. Esos dos sellos de extraordinaria factura, fueron concebidos, respectivamente, en 1999 y veinte años antes, en un 1979 ya constitucional.
Ciñéndonos a su dedicación a la editorial cuyo logotipo es la silueta de un hombre lanzándose hacia abajo –el acantilado lo pone la imaginación–, toda una generación de lectores ha convertido al austriaco Stefan Zweig en un autor queridísimo. Las Conversaciones con Goethe de Eckermann, los Ensayos de Montaigne o las Memorias de ultratumba de Chateaubriand son, asimismo, ejemplo de cómo un editor ponía al alcance de la mano, en ediciones de calidad industrial impecable.
En definitiva, revolucionó por completo el mundo de la edición, descartando las técnicas al uso y asomándose a lo que se hacía en Italia o París: con la complicidad del corrector Andreu Rossinyol –venerado por los hermanos Ferrater–, del que Vallcorba dijo haber recibido las lecciones de gramáticas esenciales de su vida.
Así las cosas, es inevitable que Guinart se sienta parte de esta cadena de gran responsabilidad cultural y exquisitez literaria, lo cual da forma al trabajo que comparte con sus compañeros. Y, a la pregunta de cuán difícil puede resultar promocionar títulos minoritarios o muy especializados, señala que hay que trabajar a fondo la percepción del lector para perder el miedo y acercarse a ciertos autores y libros. A este respecto, la desorbitada cantidad de novedades editoriales mensuales no ayuda a su visibilidad y, por ello, resulta fundamental la tarea de los departamentos de prensa de saber explicar el contenido de cada una de las obras a publicar a libreros y medios de comunicación.
Amante del teatro de August Strindberg, publicó la primera biografía original en lengua española sobre el autor sueco en editorial Funambulista y suele leer libros de la competencia.
Padre de dos hijos autistas, considera que las lecturas escolares obligatorias no son las más apropiadas para que niños y jóvenes cojan el gusto por la lectura y, si por él fuera, incluiría a autores como J. K. Rowling, Laura Gallego o incluso Stephen King para que atrapar a los lectores del futuro.
© Elena Blanco.