Carlos Bardem es un afortunado: lleva años viviendo varias vidas, esas a las que le llevan sus personajes en el cine, y las que crea en sus novelas, además de la privada, pues como todo el mundo sabe –o debería saber a estas alturas- es actor, escritor y guionista.
Después de Mongo Blanco (Plaza & Janés, 2019) llega este junio del 2021 su última novela, El asesino inconformista (Plaza & Janés), una especie de sátira política inclasificable donde su protagonista, Fortunato, es un antihéroe que puede caer muy bien, y donde conjuga varios géneros, desde el negro hasta el humor o el amor, donde queda clara la denuncia social… pero también nos hace viajar, con sus recuerdos, a lugares como Nueva York, Bagdad, Madrid, Zanzíbar, Estocolmo o Marruecos.
Ya conocemos al actor y al escritor; ahora vamos a conocer un poquito mejor a la persona.
ANIKA LILLO. Anika Entre Libros. www.anikaentrelibros.com
1. ¿Por qué es escritor?
Supongo que ante todo por lector. Hay en un momento en que te llenas de palabras e historias ajenas, que son las herramientas para contar las tuyas. La pasión de contar, de fabular, de crear, que satisfago como escritor y como actor. Algunos tenemos esa pulsión, desde el primer homínido que captó la atención del resto de la tribu a la luz de una hoguera. No se puede vivir sin relato y, algunos, sin relatar.
2. ¿Tiene algún ritual para escribir?
El silencio. Por lo demás soy bastante asistemático. No tengo un lugar favorito. Mongo Blanco lo escribí entre mi casa de Madrid y hoteles de cinco países, en los que me alojaba mientras rodaba. Solía hacer una primera versión a mano y corregir mientras los pasaba a ordenador, pero El asesino inconformista está escrita directamente en el teclado.
3. ¿Cómo encaja las críticas?
Me gustan las buenas. A las malas, la verdad nunca han sido muchas, no les presto demasiada atención y suelo atribuirlas a problemas personales de quienes las escriben, posibles psicopatías, infelicidades biográficas…
4. ¿Qué libro/s está leyendo?
Suelo alternar varios. Ahora estoy con Cien noches, de Luisgé Martín, si hay palabras que pueden morder y acariciarse son las de Luisgé; la antología de Antonio Machado, Escritos políticos, llena de clarividencias dolorosas; y La ballena tatuada, gozosa y marinera novela gráfica de Dario Adanti.
5. ¿Qué tiene para usted más importancia a la hora de vender un libro, la portada, el nombre del autor, el título o la historia?
Supongo que una afortunada mezcla de esos factores, aunque vaya usted a saber. Es una pregunta para editores y libreros.
6. ¿Cuál es el libro más espectacular, especial o raro que posee?
Un Atlas Alemán de 1880, publicado cuatro años antes de la Conferencia de Berlín y en el que África es un enorme vacío blanco, un enigma gigantesco con solo las costas y cursos de algunos ríos cartografiados. Contemplar esa nada conociendo la historia venidera es como mezclar a Conrad y a Primo Levi, a Franz Fanon, Céline y Galeano en un gran libro sobre el horror.
7. Dígame el libro que le hubiera gustado escribir y escribió otro…
Imposible elegir. Miles. El Quijote, Rojo y negro, cualquiera de Dostoievski, Madame Bovary, El viaje al final de la noche, Rayuela, Cien años de soledad… ¡Sin noticias de Gurb! Claro que también hay muchos que me pregunto porqué se escribieron.
8. ¿Qué libro no ha leído ni piensa hacerlo?
Mein Kampf.
9. ¿Cuántos libros lee al año? Si quiere puede incluir guiones de cine.
Los guiones de cine no tienen nada que ver con la literatura. Son manuales de fabricación, guías de uso. Y, además, lo peor que le puede pasar a un guión es que sea muy literario. No cuento los libros que leo, pero de los que leo suelo olvidar no menos de una docena al año.
10. ¿De quién es fan? (literariamente hablando)
De Dostoievski. Todo está en él. De ahora me interesa mucho todo lo que hace Agustín Fernández Mallo, un verdadero polígrafo cuántico.
11. ¿Qué es lo mejor de su libro?
Que es mestizo de géneros y muy original. Es un noir con toques de humor negro, una historia de amor, un ejercicio de memoria más social e histórico que personal, con sus pinceladas de ensayo. Me gustan los libros difícilmente etiquetables, los que ofrecen cosas muy distintas a lectores muy distintos. Claro, que para que la mezcla funcione requiere una cosa: que esté bien escrito y, aquí tra noi, el mío lo está.
12. Lo de ir asesinando políticos corruptos… ¿a quién se le ocurre eso, cómo y cuándo?
Yo creo que la pregunta es a quién no se le ha ocurrido alguna vez, viendo los telediarios. En el fondo la novela es un fresco social y la pregunta es aún más inquietante: ¿qué clase de sociedad, de jungla individualista y egotista crea y usa asesinos para solventar fallos del sistema? Una sociedad psicópata, jungla neoliberal basada en el individualismo hedonista más irresponsable, la falta de empatía y la inexistencia del otro frente al capricho personal… El ecosistema perfecto para Fortunato, El asesino inconformista. Y él lo sabe.
13. ¿Ha escrito el libro para meter unos cuantos zascas?
No. Yo escribo para entender y, en este caso, para divertirme extremando, llevando más allá, algunos supuestos sociales incorrectos o peligrosos. Por eso, este libro tiene mucho de sátira. Sí señalaría un pensamiento germinal que viene de mi rechazo a las beatificaciones post mortem: un hijoputa vivo al morir es un hijoputa muerto, no una bellísima persona.
14. ¿En qué libro «entraría» como personaje para vivir la historia in situ con los protagonistas?
En La conjura de los necios.
15. ¿Puede elegir entre Oscar Wilde, Cervantes, Shakespeare, Virginia Woolf, Jane Austen, Poe y Lovecraft?
No veo la necesidad de elegir y, por tanto, renunciar, a ninguno.
16. Si tuviera una ouija ¿con qué autor o autora conectaría y qué le preguntaría?
Malcolm Lowry. Hablaríamos de mi amado México y de beber. No nos aburriríamos. Y, caso de haber existido, con Homero. Le preguntaría cómo pudo ocurrírsele algo tan bello como eso de «los aqueos de doradas grebas» o «los teucros domadores de caballos». Es perfecto, simple y poderoso.
17. Viaja al pasado y puede pasar un día con alguien ¿dónde y con quién?
Con Napoleón Bonaparte, la víspera de Waterloo. Le avisaría de no enviar muy lejos a Grouchy.
18. ¿Su leyenda urbana favorita?
El republicanismo del PSOE.
19. ¿Qué tal su sexto sentido?
Soy muy simple. Solo tengo cinco. Eso del sexto sentido es otra leyenda urbana, una coartada muy de capitán a posteriori para aciertos casuales y errores inevitables.
20. ¿Ha visto un ovni, un fantasma, algo raro…?
He visto cosas muy raras. Inexplicables desde la razón o, al menos, desde la porción de conocimiento que manejo. Y, curiosamente, no creo en dios ni en lo sobrenatural, ni en los extraterrestres ni demás zarandajas. Yo, como Fortunato, el asesino inconformista, solo creo en la química del carbono.
21. ¿Le avergüenza que le hagan preguntas de este tipo?
No, el que debería de avergonzarse es el que las hace, ¿no?
22. Cuénteme una metedura de pata sonada.
Innumerables. Inenarrables. Homéricas. Soy un tipo excesivo en casi todo, así que es rara la vez que no la meto. La pata. Como ahora.
23. ¿Cuál es la pregunta o proposición más extraña que la han hecho?
Un tipo muy velludo, desnudo y envuelto en celofán, con una raqueta de tenis en la mano me… Bueno, ese recuerdo se lo he prestado a mi asesino inconformista, el desenlace en la novela.
24. La pregunta que nunca le hacen y le gustaría que le hicieran (por favor, dígala y contéstela)…
¿Eres feliz? Sí.
25. ¿Qué le cabrea especialmente y con qué se parte de risa?
No soporto muchas cosas. La impuntualidad propia y ajena la vivo como una agresión. Con la edad voy acumulando manías, pero eso siempre ha estado ahí. Me cabrean las injusticias y la ignorancia que las fomenta y permite. Odio a los nazis. A los de antes y a los de ahora.
Me hacen reír mi pareja, mis amigos, chistes muy tontos, bromas muy ingeniosas y me parto con los planes de futuro
EL ASESINO INCONFORMISTA
Carlos Bardem
Plaza & Janés