Única representación coetánea de Juana de la que se tiene constancia. Garabato de Clément de Fauquembergue en el margen de un protocolo del
Parlamento de París, fechado el 10 de mayo de 1429.
La historiadora británica Helen Castor, especializada en la Inglaterra medieval, profesora y miembro del Sidney Sussex College de la Universidad de Cambridge, es muy conocida en su país por su faceta radiotelevisiva y ganadora del premio English Association’s Beatrice White, uno de los galardones más destacados de la literatura inglesa. En el año 2020 nos hicimos eco de la publicación, también en Ático de los Libros, de su extraordinario Lobas. Las vidas de cuatro grandes reinas medievales.
Ahora vuelve con una biografía de Juana de Arco, cuya luz sigue brillando con fuerza en el firmamento de la historia europea desde distintas ópticas políticas: heroína para nacionalistas, monárquicos, liberales, socialistas, la derecha, la izquierda, católicos, protestantes, el régimen de Vichy y la Resistencia francesa. Es una figura recurrente y un motivo repetido en el arte, la literatura, la música y el cine. El proceso de narrar su historia y convertirla en un mito comenzó en el momento de su aparición en la vida pública. Durante su corta existencia fue tanto un objeto de fascinación como un motivo de polémica vehemente, igual que lo ha sido desde entonces.
La vida de Juana de Arco está muy bien documentada, en una época en la que eso solo ocurría en casos muy contados. En términos relativos, sus contemporáneos utilizaron tanta tinta y tanto pergamino para hablar sobre ella como papel e imprentas se han empleado en siglos posteriores.
La autora nos sumerge en la Francia de 1412, cuando el país se encuentra inmerso en una larga y sangrienta guerra con Inglaterra y, además, está dividido entre borgoñones y armagnacs. Ambos bandos aspiran a hacerse con el trono durante la regencia del enajenado Carlos VI.
Sola en los campos de Domrémy, una joven campesina oye las voces de san Miguel, santa Catalina y santa Margarita, que le encomendaron ayudar al delfín a hacerse con la corona francesa, derrotar al enemigo inglés y deshacerse de los traidores borgoñes. Contra todo pronóstico, la muchacha se persona ante el delfín Carlos, el heredero desposeído del trono de Francia, y lo convence de que Dios le ha encomendado la misión de ahuyentar a los ingleses de su reino.
Ataviada con una armadura y con el pelo corto, como si fuera un hombre, una adolescente normal y corriente se transforma en una guerrera y capitanea un ejército para liberar al pueblo de Orleans del asedio inglés.
A partir del relato de testigos contemporáneos y de las fuentes bibliográficas, el volumen empieza con la batalla de Azincourt (1415), para entender mejor esos años tan tumultuosos, el cambio de perspectiva de los distintos personajes históricos de la época, así como la crisis en que se movía la identidad francesa a nivel político, geográfico, histórica y espiritual.
La autora ha querido contar la historia hacia adelante, y no al revés, y englobar las circunstancias de cada personaje, de la fe religiosa y de la maquinación política que la convirtieron en una excepción única a las normas que gobernaban las vidas de la demás mujeres. Como ella misma señala, «Una de las razones por las que conocemos tan bien su historia es porque su vida está muy bien documentada, en una época lejana en la que eso solo ocurría en casos contados. En términos relativos, sus contemporáneos utilizaron tanta tinta y tanto pergamino para hablar sobre Juana de Arco como papel e imprentas en han empleado en siglos posteriores. Han sobrevivido crónicas, cartas, pomas, tratados, actas y libros de cuentas».
Helen Castor nos brinda una perspectiva que difiere de la que todos conocemos: un relato en el que la misma Juana no aparece durante los primeros catorce años de su vida y con el que conocemos datos de su familia y de su infancia al final de la historia, y no al principio. El resultado es una historia extraordinaria de un personaje único.
Como todos los libros de Ático de los Libros, se agradece la cuidada edición, las notas, la bibliografía, las ilustraciones y el índice onomástico. Un acierto.
JUANA DE ARCO
Helen Castor
Ático de los libros, traducción de Cristina Riera, 368 pp., 23,90 €