El director y guionista Ferzan Ozpetek nació en Estambul, pero vive en Roma desde 1976. En 1997 debutó con Hamam: El baño turco, a la que siguieron El último harén, El hada ignorante, La ventana de enfrente, Cuore Sacro, No basta una vida, Un giorno perfetto, Tengo algo que deciros, Magnifica presenza y Allacciate le cinture. Ha dirigido las óperas Aida (2011) y La Traviata (2012) y ha recibido los mejores premios y galardones cinematográficos. En 2018 el MoMA de Nueva York le dedicó una retrospectiva. Inició su actividad literaria en 2013 con Rosso Estambul, a la que siguió en 2015 Sei la mia vita.
Ahora presenta su tercera novela, Como un suspiro (Duomo), que alcanzó cuatro ediciones en una semana y que ha cosechado un gran éxito de crítica. La novela se mueve en dos planos. En el actual, una joven pareja, Giovanna y Sergio, acogen a sus habituales amigos para comer un domingo. La inesperada visita de una mujer que asegura haber vivido en esa casa hace años trastocará para siempre ese domingo. Se prendarán de su historia que, retrotrayéndose al pasado, los trasladará a Estambul y al secreto que guardan las paredes de esa casa.
La trama sirve a su autor para reflexionar sobre los matices del amor y la traición, la identidad y la mujer. Al igual que en su obra cinematográfica, no descuida sus raíces turcas, muy presentes en esta emocionante novela con toques de suspense.
La novela está protagonizada por dos hermanas, Elsa y Adele, pero creo que hay un tercer protagonista con mucho peso, la casa. ¿Qué papel ha querido adjudicarle en esta historia?
Ha dado en el clavo con mi manía con las casas: siempre imagino quién habrá habitado en ellas, incluso en la mía propia. Me encantan las que albergan una historia, pues entre sus paredes se ama, se discute, se vive. Creo que las viviendas son más importantes de lo que pensamos, podemos llegar a habitar décadas en ellas, y lo que vivimos queda, en cierto modo, impregnado entre sus paredes. Imagínese que en su casa se presenta un extraño que vivió en su hogar y que quiere ver cómo está ahora.
He leído que la trama se inspira en una discusión de su propia abuela, que se dejó de hablar un día con su propia hermana. ¿Conoce los motivos? Si se pueden contar, claro.
Mi madre me contó que se pelearon por un joyero de mi tatarabuela, pero no creo que sea ese el motivo. Supongo que fue por alguna razón sentimental, principalmente un hombre, o por la diferencia entre sus destinos (mi abuela se casó dos veces con dos pachás). Crecí en un hogar con mujeres turcas de fuerte personalidad: se vestían de un modo occidental, hablaban francés, poseían apertura de miras y todo ello se refleja en mis libros y películas. Apelo al lado femenino de los hombres, algo que se siente, por ejemplo, en la obra de Bertolucci. No hablo de la homosexualidad, sino de nuestro lado femenino.
Elsa y Adele son dos personajes femeninos muy bien dibujados; hay esta simbiosis entre ambas hermanas que queda patente en el final. Pero, aparte del inmenso dolor por lo sucedido, especialmente por parte de Adele, doblemente traicionada, tengo la impresión de que ninguna de las dos posee suficientes herramientas para solucionar el problema. Solo Elsa puede expresar lo que siente y expresar sus sentimientos.
Cierto, pero hay una diferencia sustancial: Elsa parte y se construye una vida propia; en cambio, Adele se queda en su mundo y la falta de respuesta a las cartas de Elsa constituye una manera de herirla en silencio. En mi caso, yo me habría marchado inmediatamente de la casa y, a la primera ocasión, habría ido a ver a mi hermana.
Ciertamente, el dolor sigue ahí, pero como narrador, ¿por qué no le da ningún valor a la nueva vida de Adele, que se ha casado y ha sido madre? ¿Se ha quedado simplemente atrapada en esa trágica historia?
Porque me interesaba poco la vida de Adele, la imaginé casada con un hombre del montón, viviendo como una zombi, muy infeliz.
Cuando Adele cuenta su historia a su joven auditorio, queda claro que la narración hace mella en ellos y que se están abriendo grietas. Habla de la hipocresía de antaño, que sigue siendo la misma que ahora. Por ejemplo, Giovanna tiene serias sospechas que, en el fondo, no quiere confirmar, y Anna Maria también duda de Leonardo.
Las mujeres suelen tener un sexto sentido más desarrollado que los hombres aunque hagan ver que no pasa nada. He visto a muchas de ellas que o son muy superiores a sus compañeros, o no quieren afrontar la realidad. En general, me fío mucho más de las mujeres, sea el ámbito que sea, desde el cine a la política. Me enfadé mucho, por ejemplo, cuando salió elegida Angela Merkel, su ideario no tiene nada que ver con el mío y ahora, en cambio, me gusta mucho aunque no siempre esté de acuerdo con su tarea de gobierno.
En la novela nos ofrece un Estambul muy colorista, con muchas libertades para las mujeres. ¿Cómo ve la ciudad actual, la de la época de Erdogan?
Interesante pregunta: entre los años 60 y 70 era una ciudad muy avanzada y el país poseía un gran potencial para ser uno de los primeros de Europa. Las mujeres gozaban de gran libertad; ¿sabía usted que ellas obtuvieron el voto antes que las italianas? Pero la geopolítica ha cortado las alas al país, de la misma manera que se ha destruido Afganistán por las llamadas tierras raras [minerales poco frecuentes] para teléfonos y ordenadores que ansían todas las potencias.
El libro está estructurado de una manera muy cinematográfica; ¿habrá película?
Hablo casi a diario con Mina [la célebre cantante italiana], una de las personas de quien más me fío. Le mandé el manuscrito vía mail a las dos de la tarde y me llamó a las siete. Se lo había leído de un tirón y me recomendó que hiciera una película. Pero yo ya tenía un contrato con Mondadori para publicar el libro.
Cuando este salió y empezó a tener éxito, recibí varias opciones para darle vida en forma de largometraje, pero primero quiero acabar lo que tengo entre manos, ver cómo funcionan las traducciones en otros países y alejarme así un poco de la historia. Seguramente habrá película, me divierten estas dos hermanas y el hecho de encontrar a dos actrices para interpretarlas.
María Borràs
LA CRÍTICA HA DICHO:
«Una profunda reflexión sobre el paso del tiempo y los cambios que ejerce en las personas y sus destinos.»
Corriere della Sera
«Una escritura fluida, intensa, llena de emociones.»
DT News
«Fascinante. Habla de la necesidad de amor y de la búsqueda de la felicidad.»
La Repubblica
«Un fenómeno que ha crecido con la fuerza del boca a oreja.»
Il Mattino
«Una obra maestra.»
AssoCare News
COMO UN SUSPIRO
Ferzan Ozpetek
Duomo, traducción de Montserrat Triviño González, 208 pp., 26,80 €