Cristina Sánchez-Andrade es escritora, crítica literaria y traductora. Licenciada en Ciencias de la Información y en Derecho compagina su labor como novelista con la docencia universitaria en Madrid y con colaboraciones en distintos medios.
En Anagrama ha publicado Ya no pisa la tierra tu rey (Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2004), Las Inviernas, Alguien bajo los párpados y el libro de cuentos El niño que comía lana (Premio Setenil). Su obra ha sido traducida al inglés, portugués, italiano, polaco y ruso.
Ahora presenta La nostalgia de la mujer anfibio, una novela tremendista y surreal con Galicia como escenario que combina un hecho histórico de enorme repercusión con la ficción. Tres generaciones de mujeres de una pequeña comunidad pesquera llena de personajes memorables. La autora mezcla con pericia el realismo más crudo con el delirio surreal. El resultado es una reflexión sobre la memoria en la que intervienen secretos y celos, la culpa colectiva y el deseo femenino.
© Carlos Porras.
1. ¿Cuándo empezó a escribir?
Empecé bastante tarde: publiqué mi primera novela con veintinueve. Pero realmente no había escrito nada antes, salvo relatos (que ganaron algún premio pequeño). Tuve la suerte de que me la publicaran enseguida, por lo que no llegué a acumular manuscritos en el cajón.
2. ¿Cuándo y cómo escribe?
Ahora escribo cuando puedo, porque doy clases en la Universidad y esto me quita mucho tiempo. Aprovecho los ratos libres que me quedan del día, después de corregir o de preparar las clases, aunque a veces ni los tengo. Es siempre una lucha por terminar las obligaciones para poder escribir. Es una lástima que tenga que ser así, porque si escribes a trompicones, no suelen salir las cosas. La escritura tira de la escritura y lo mejor es estar en un proceso intenso, con dedicación plena, para que empiecen a pasar esas cosas raras como las sincronicidades o las coincidencias que tanto ayudan. Quiero decir que, solo cuando uno se entrega cien por cien, la escritura te empieza a dar lo que tú buscas. Si estás con mil cosas, es raro que salga nada. En todo caso, me gusta más escribir por la mañana, cuando tengo más energía.
Cuando puedo también me escapo a una de las muchas residencias que hay para escritores. Suele ser un mes encerrado y ahí sí que se avanza mucho. He estado en un castillo de Escocia, en Estados Unidos, en Austria, en Finlandia…
3. ¿A mano o a máquina? (la escritura, no el lavado).
Tomo muchas notas a mano cuando leo, pero escribir siempre lo hago a máquina. ¡Me sería imposible con todo lo que corrijo!
4. ¿Tiene alguna manía o hábito ante el momento de la escritura?
Tengo una manía que es empezar a leer cada vez que me siento desde el principio. Es decir, que no retomo donde lo dejé, sino que leo todo lo que llevo o, si ya llevo mucho, al menos las cincuenta páginas anteriores a donde estoy. Esto es así porque tengo que retomar el hilo para dar coherencia a lo que voy a escribir a continuación. Pero se avanza muy lentamente…
Como hábito, leer mucho cuando estoy escribiendo.
5. ¿A quién pediría consejo literario?
Pues a algún escritor amigo. Es lo que suelo hacer, porque siempre llega un momento en que pierdes el norte y necesitas contrastar. El problema es que no hay mucha gente que te sepa hacer buenos comentarios, que realmente te sirvan. Normalmente la gente sabe si le gusta o no le gusta, pero no te sabe explicar por qué. Por eso es bueno preguntar a alguien del oficio.
6. Si pudiera reencarnase en algún escritor/es, ¿a quién elegiría?
Me reencarnaría en Flannery O’Connor, por ejemplo, pero ¡ojo!, como escritora, no como persona. Era demasiado mojigata.
7. ¿Qué recomendaría a los autores noveles?
Que no se tomen lo que escriben demasiado a pecho, que sean humildes, que se dejen aconsejar sin hundirse ni sentirse ofendidos, que no pasa nada. También que no se obsesionen con el éxito, que no tengan como único objetivo publicar, porque es muy difícil y puede llegar a frustrar mucho. Es mejor pensar en mejorar y aprender con cada novela. Y, por encima de todo: que lean y que sean curiosos. Que miren y escuchen.
LA NOSTALGIA DE LA MUJER ANFIBIO
Cristina Sánchez-Andrade
Anagrama, 208 pp., 18,90 €