Cristina Cassar Scalia ha revolucionado la narrativa negra criminal italiana con una extraordinaria saga policial avalada por grandes maestros del género como Andrea Camilleri o Carlo Lucarelli.
Arena negra (Duomo, 2022) es la primera novela de la serie protagonizada por la subcomisaria Giovanna Garrasi, alias Vanina y fue reconocida con el Premio Sciascia Racalmare 2019. Se trata de una obra lúcida alrededor de la Sicilia cotidiana y criminal. Con más de 60.000 ejemplares vendidos en Italia, esta nueva saga literaria tendrá su versión audiovisual tras vender sus derechos a la televisión.
Mientras la arena volcánica del Etna cubre la ciudad de Catania, la subcomisaria Garrasi recibe una llamada: en una villa de Sciara ha aparecido un cadáver. La casa, de aire señorial y prácticamente abandonada desde 1959, se encuentra en ruinas. Solo el único heredero del patrimonio familiar acude allí de forma esporádica. Él ha sido quien, casualmente, ha descubierto en un escondrijo secreto el cuerpo momificado de una mujer.
Este es el primer libro de la subinspectora Garrasi, al que siguieron otros. Mientras lo escribía, ¿tenía claro que sería el primero de una colección de una serie de novela negra protagonizada por un mismo personaje?
No, porque después de haber escrito novela histórica, no esperaba que fuera tan complicado armar un thriller (ríe). Lo escribí esperando que gustara al lector, por supuesto, y cuando supe que iba a ser publicado, empecé a pergueñar otras historias y a concretar más el personaje.
¿Cómo nació la inspiración de la historia? ¿La antigua villa señorial donde se encuentra el cadáver es real?
La casa existe y cuando empecé a armar la historia, unos amigos la heredaron tal cual describo en el libro, con una parte deshabitada y cierto aire siniestro. El ambiente que se respiraba me inspiró el descubrimiento del cadáver y la trama.
La historia se va complicando a medida que transcurre. ¿La tenía toda en mente al empezar o la fue articulando a medida que escribía?
Tenía un esqueleto, pero fui cambiando algunos elementos…¡como el asesino! Hay además un personaje que empezó siendo secundario pero que fue adquiriendo más importancia como el comisario Patanè. Me enamoré de él, así que fui ampliando su papel en la historia.
Hay varios personajes en la novela pero uno, mudo, está muy presente, el Etna. ¿Qué representa? ¿La fuerza de la tierra? ¿Lo que no podemos controlar?
Si escribía una historia situada en Catania, era inevitable que el Etna estuviera presente, pues forma parte del territorio e, inevitablemente, influye en la gente. La historia transcurre durante unos días en que el volcán lanza esa arena negra que da título a la novela. Vivir bajo esa lluvia continua es engorroso, pero nunca amenazante. Quien vive en Catania establece incluso cierta relación afectuosa con el volcán y muchos cataneses sostienen que su energía proviene de su continua actividad.
En una entrevista declaró que en sus libros «se dan situaciones, diálogo, incluso razonamientos de los personajes que no tendrían sentido fuera de la realidad siciliana». ¿La «sicilianidad» se ha convertido también en un personaje en el resto de las novelas de la inspectora Garrasi?
Sciascia hablaba de «sicilianitabile» o «sicilianitubide», pero son términos distintos. Diría que el primero se refiere a la independencia o autosuficiencia de los sicilianos, y el segundo a su modo de razonar, a una manera de ser derivada de el hecho de estar aislados y de ser fruto de un cruce de las distintas civilizaciones que nos han conquistado a lo largo de la historia.
Cada una de ellas nos ha dejado una huella y, según mi opinión, esa es la diferencia, por ejemplo, entre Catania y Palermo. Catania no conserva la estratificación de cada una de ellas por el tremendo terremoto de 1693. En cambio, si miramos por ejemplo, la catedral de Palermo, empieza con una columna árabe y acaba siendo un templo español. Esa mezcla de culturas pues, es lo que considero un distintivo de los sicilianos.
ARENA NEGRA
Cristina Cassar Scalia
Duomo, traducción de Montse Triviño, 432 pp.,18,50 €