Un año más, desde Qué Leer les ofrecemos una serie de lecturas para este verano 2022. Esperemos que sean de su agrado. Feliz estío y felices lecturas.
CHICA CONOCE CHICO
Ali Smith
Nórdica, traducción de Magdalena Palmer, 3 pp., 19,50 €
Hace unos pocos meses se publicaba un estuche que, con el título de Cuarteto estacional, reunió los cuatro libros que en su momento Ali Smith publicó con el nombre de cada estación. «Estas novelas, a caballo entre la inmediatez y la permanencia, lo personal y el alcance de un mundo que se inclina hacia el desastre, son las que leeremos en los próximos años como la literatura definitoria, aunque desconcertante, de una era indefinible y desconcertante», llegó a decir la crítica literaria Rebecca Makkai, desde las páginas de The New York Times Book Review, y realmente han obtenido un éxito rotundo en el ámbito internacional. El primero fue Otoño (2017), que fue publicitada como una novela esencial para entender el Brexit y fue finalista del prestigioso Man Booker Prize. En el texto, presentaba una Inglaterra dividida tras un verano histórico, justo después del controvertido referéndum, con todo un corolario de decadencia moral y política.
Le siguió Invierno, cuyo comienzo rezaba así: «Dios había muerto: para empezar. Y el romanticismo había muerto. La gallardía había muerto. La poesía, la novela, la pintura, todas habían muerto, y el arte había muerto. El teatro y el cine habían muerto. La literatura había muerto. […] Muchísimas cosas habían muerto. Sin embargo, otras no habían muerto, de momento. La vida todavía no había muerto. La revolución no había muerto. La igualdad racial no había muerto. El odio no había muerto».
Todo ocurría en la víspera de Navidad, en pleno calentamiento global, y la trama abordaba la vida ordinaria de diversos personajes. Una mirada contemporánea frente a problemáticas acuciantes que continuó con Primavera, con el punto de vista puesto en las migraciones y las injusticias sociales a lo largo del tiempo. Así, la autora apuntaba: «Ahora no queremos Información. Lo que queremos es desconcierto. Lo que queremos es repetición. Lo que queremos es repetición. […] Queremos que aquellos a quienes llamamos extranjeros se sientan extranjeros necesitamos que les quede claro que no pueden tener derechos a menos que nosotros lo digamos». Y todo concluyó en Verano, novela ganadora del Premio Orwell 2021 de Ficción Política, en que su protagonista percibía cómo es de complicada la gente y cómo el planeta está colapsando.
La escritora, nacida en Inverness, en 1964, vuelve a la editorial Nórdica tras esta ficción estacional con Chica conoce chico, y que tiene un inicio de lo más llamativo: «“Y ahora os hablaré de cuando yo era una chica, dice nuestro abuelo”». Desde la editorial señalan que Smith, en esta ocasión, se propuso revisitar las Metamorfosis de Ovidio. El caso es que la historia se centra en dos hermanas, llamadas Imogen y Anthea, que viven en una casa que les dejaron sus abuelos. Por una parte, Imogen está muy vinculada a la tierra e intentando habituarse a las tareas que ha de desempeñar en Pure, la compañía de agua embotellada en la que ambas trabajan; una empresa que enseguida el lector descubrirá que está regentada por personajes sin escrúpulos. El título hace referencia a que se cuentan asuntos de chicos, chicas, amor y la transformación que va actuando cuando las relaciones se van desarrollando; «[…] y nada perdura y nada se pierde y nada perece, y las cosas siempre pueden cambiar porque las cosas siempre cambiarán y siempre serán distintas, porque las cosas siempre pueden ser distintas», escribe la autora escocesa.
12 BYTES. CÓMO VIVIR Y AMAR EN EL FUTURO
Jeantette Winterson
Lumen, traducción de Raquel Marquéz, 360 pp., 19,90 €
La crítica ha dedicado todo tipo de parabienes a este trabajo de título tan peculiar. «Un libro impactante, ingenioso y excelentemente documentado que ofrece una mirada feminista a la revolución de la inteligencia artificial», dijo Charlotte Cripps, en The Independent. Más cerca de nosotros: «Cuando leo a Winterson siento con certeza que estamos en el umbral de algo nuevo, de algo bueno», ha dicho Nuria Barrios.
Comentarios que se agrandarán cuando el lector conozca estas páginas que nos invitan a pensar que, cuando creemos formas de vida no biológicas, ¿qué haremos?; ¿las realizaremos a nuestra imagen y semejanza, o aprovecharemos la primera oportunidad en la historia de nuestra especie para «re-crearnos» y hacerlo a su imagen y semejanza? Eso es lo que se pregunta la autora: ¿cómo serán el amor, los cuidados, el sexo y el apego cuando los seres humanos entablemos relaciones con seres no humanos que ejerzan de profesores, trabajadoras sexuales o figuras de compañía? ¿Qué será de nuestros prejuicios de género? ¿Disfrutaremos en breve de mejoras biológicas e implantes neurales que nos permitan mantenernos en forma, más jóvenes y conectados? De este modo, Jeanette Winterson recurre a la historia, la religión, la mitología, la literatura, la política y la informática para ayudarnos a entender los cambios radicales que ya se están produciendo en nuestra forma de vivir y de amar.
Nacida en Manchester e hija adoptiva de unos padres muy religiosos, Winterson, a los dieciséis años, se fue a estudiar a Oxford, donde viviría su primera aventura amorosa con otra mujer. A los veinticuatro publicó Fruta prohibida (Lumen, 2017), que en su día ganó el Whitbread Award a la mejor primera novela y fue llevada al cine. En 1986 apareció La pasión (Lumen, 2007), a la que siguieron Espejismos (1989; Lumen, 2006); Escrito en el cuerpo (1992; Lumen, 2017); Art & Lies (1994); Art Objects (1995); el libro de relatos El mundo y otros lugares (1998; Lumen, 2015); Powerbook (2000); La niña del faro (2004; Lumen, 2005); su libro de memorias ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? (2011; Lumen, 2012); La mujer de púrpura (2012; Lumen, 2013); Días de Navidad (2016; Lumen, 2018), y, en 2019, la novela Frankissstein.
Pues bien, en medio de toda esta andadura tan fértil, en 2009, cuatro años después de su publicación, leyó La singularidad está cerca, de Ray Kurzweil, como dice en el prefacio de su último libro. «Es una visión optimista del futuro, un futuro que depende de la tecnología informática. Un futuro de máquinas superinteligentes. Y también un futuro en el que los humanos trascenderán sus límites biológicos actuales. Tuve que leer dos veces el libro: una para entenderlo y otra para fijarme en los detalles.»
Ese fue el punto de partida para 12 bytes, a lo cual le siguió una concienzuda lectura semanal de New Scientist, Wired, los artículos sobre tecnología de The New York Times y The Atlantic, entre otros. «Me hacía con todos los libros sobre ciencia y tecnología que se publicaban, pero no era suficiente. Sabía que no estaba teniendo una visión de conjunto. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Adónde podríamos ir?», se preguntaba. Este libro es el resultado de tales reflexiones, y de por qué, por ejemplo, «tan pocas mujeres parecen interesarse por las ciencias informáticas. ¿Ha sido siempre así?», desde que el concepto «inteligencia artificial» lo acuñó, a mediados de la década de 1950, John McCarthy, un informático estadounidense que creía que los ordenadores alcanzarían niveles humanos de inteligencia en los años setenta.
LA CIUDAD BAJO LA LUNA
Nerea Riesco
Algaida, 544 pp., 20,95 €
Ha escrito siete novelas bestseller, que se han traducido a 12 idiomas, un manual de creación literaria que lleva por título Coaching para escribir un bestseller, poemarios, libros de relatos, libros infantiles… y he participado en diversas antologías. Esta es la trayectoria de Nerea Riesco, que desde el 2004, imparte conferencias en diversas instituciones, tarea que compaginó con su labor como editora en la editorial Almuzara. Además, ha trabajado en radio durante más de veinte años, con una experiencia especialmente satisfactoria como directora, productora y locutora del programa Pasen y lean, en el que fusionaba el periodismo con la literatura.
Riesco es doctora en Comunicación (Ph.D Cum Laude) por el programa de Doctorado Interuniversitario de Comunicación de las Universidades de Málaga, Sevilla, Huelva y Cádiz. De hecho, de su tesis doctoral, cuya investigación gira en torno a la creación del fenómeno bestseller, surgió su manual de escritura creativa.
Todo empezó literariamente para ella cuando, estando en la facultad, entró en contacto con un grupo de jóvenes interesados en el mundo de las letras; de ahí nació la propuesta de editar su primer libro de relatos, Ladrona de almas(2002). Dos años más tarde, ganó el IX Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla (2004) con la obra El país de las mariposas, que se ha traducido al portugués y al italiano. Más tarde llegaría Ars Magica (2007), mezcla de novela histórica y novela negra, traducida al italiano, portugués, alemán, polaco, ruso, rumano, holandés y al finlandés.
El elefante de marfil fue su siguiente obra, en 2010, también traducida a diez idiomas. Una historia que aúna amor, aventura e intriga en la Sevilla de fines del siglo XVIII. En 2014 vino Tempus, una novela que plantea una pregunta: ¿y si tuvieras todo el tiempo del mundo y no fuera suficiente? Personajes eternos pasean por sus páginas. En 2015, Las puertas del paraíso, en la que se podía viajar a finales del siglo XV. Luego, Los lunes en el Ritz (2018), ambientada en los tiempos de la República y protagonizada por mujeres. A todo ello le siguió Todo lo que sé sobre los dragones. Y otras historias sobre mujeres (2018) y, por fin, aquí tenemos otra novela suya, La ciudad bajo la Luna.
Se trata de una obra de suspense en cuatro tiempos y cuatro espacios: la Sevilla de la Exposición Iberoamericana de 1929, el Nueva York de la Ley Seca, La Habana de comienzos del siglo XX y la Francia de la Gran Guerra. La aparición de un cadáver con claros indicios de haber sufrido una muerte violenta, el día que el Graff Zeppelín aterriza por primera vez de Sevilla, marca el inicio del texto. Desde ese momento, descubrir quién es la víctima, quién el asesino, así como las motivaciones del crimen, serán responsabilidad del propio lector que, página tras página, irá conociendo una historia de amor prohibido, a caballo entre Sevilla y Nueva York, durante los locos años veinte.
«Porque una ciudad es algo más que tierra. Desde el cielo todo lo veo. Han definido mi esencia marcando límites. Son territoriales. Creen que me poseen. No todos llaman mi atención. Solo algunos…», dice el comienzo de la novela, que se empieza a formular preguntas: “¿Qué dio inicio a esta historia? ¿El fuego? ¿El agua? ¿La tierra? ¿La mezcla de tierra y agua que compuso la ciénaga primordial? Quizás debería empezar por el instante en el que la Gran Guerra devastó el corazón del capitán Adrien Chevalier. O por el día en el que Ernest Miller se encaprichó de la mulata Linda, dejándola embarazada. O cuando el mafioso Flavio Leone comprendió que estaría dispuesto a matar por el amor de Belinda Miller”. Toda una serie de cebos lectores para esta especialista en construir tramas superventas.
EL CAMINO DEL FUEGO
María Oruña
Destino, 400 pp., 20,90 €
No es casualidad que la última obra de María Oruña (Vigo, 1976) empezara su anterior obra, con un epígrafe de la autora por antonomasia del suspense narrativo, la inmortal y siempre de actualidad Agatha Christie: «¿Es que pretende decirme, inspector, que éste es uno de esos casos que encontramos en las novelas detectivescas, en que un hombre es asesinado dentro de una habitación cerrada en la cual nadie ha podido entrar?», se lee, en efecto en la obra de 1939 de la autora británica Navidades trágicas.
Y es que Oruña concibió un crimen también en un sitio cerrado, marítimo. Así, en Lo que la marea esconde presentaba cómo la presidenta del Real Club de Tenis de Santander, una de las mujeres más poderosas de la ciudad, aparecía muerta en el camarote de una goleta que con unos pocos invitados surcaba las aguas de la bahía al anochecer. La situación era la siguiente: el compartimento estaba cerrado por dentro, tanto la extraña herida que presentaba el cuerpo de la empresaria como el misterioso método utilizado para perpetrar el asesinato resultaban inexplicables y todos los invitados a la fiesta parecían tener motivos para haber acabado con su vida.
De este modo surgía el misterio, pues nadie puede haber salido o entrado de la nave para cometer el crimen o escapar. Todos se preguntan quién ha matado a Judith Pombo, cómo y por qué, y a ello se le invitaba al lector, que entraba en uno de esos thrillers en que todos son culpables e inocentes a la vez. De resolver el caso se encargará Valentina Redondo, quien además de enfrentarse al caso más enigmático de su carrera debía luchar contra un sorprendente e inesperado golpe en su vida personal.
La escritora, que desde joven conoce a fondo Cantabria, donde ha ambientado la serie de novelas «Los libros del Puerto Escondido», todas publicadas en Destino, tiene en Redondo a su personaje fetiche desde que debutara con Puerto escondido (2015), que ha sido traducido al alemán, al francés y al catalán; le siguieron Un lugar a donde ir (2017), Donde fuimos invencibles (2018) y El bosque de los cuatro vientos (2020), su primer libro independiente de la saga, ambientado en la Galicia natal de la autora: todas historias de misterio cuyos protagonistas son los paisajes cántabros y el equipo de la teniente mencionada, que se ha ganado la admiración de cientos de miles de lectores.
Ahora, con El camino del fuego, surge de nuevo la teniente Valentina Redondo y su compañero Oliver, que deciden tomarse unas vacaciones y viajan a Escocia para visitar a la familia de este. Su padre, Arthur Gordon (“aunque sepamos que solo somos un suspiro en el viento, no permitamos que todos nuestros pasos se deshagan en el aire”, es su filosofía), está empeñado en recuperar parte del patrimonio y de la historia de sus antepasados y ha adquirido el castillo de Huntly, en las Highlands, que había pertenecido a su familia hasta el siglo XVII. Durante la rehabilitación del edificio encuentra un diminuto despacho que llevaba oculto doscientos años y en él, documentos que revelan que las memorias de Lord Byron —supuestamente quemadas a comienzos del siglo XIX— pueden seguir intactas y hallarse entre esas paredes.
Pronto correrá la voz del extraordinario hallazgo y tanto la prensa de todo el país como varias personas allegadas a la familia se acercarán a ellos para seguir el curioso acontecimiento. Sin embargo, la aparición de un hombre muerto en el castillo hará que Oliver y Valentina se sumerjan en una investigación que los llevará a adentrarse en la Escocia de épocas pasadas y que cambiará el destino de los Gordon e incluso la propia historia.
Al tiempo, viajaremos a mediados del siglo XIX y descubriremos cómo Jules Berlioz —un modesto librero de las Highlands— y Mary MacLeod —una joven perteneciente a una familia escocesa acomodada— entrecruzan sus pasos en un camino literario y prohibido en el que el crimen lo salpicará todo de dudas y silencio hasta nuestros días.
EL JUEGO DE LOS CRÍMENES PERFECTOS
Reyes Calderón
Planeta, 512 pp., 20,90 €
«Como buen andaluz, el juez Juan Calvo siente un gran respeto por los muertos. Aunque, lo que su señoría llama respeto, la gran mayoría de los mortales lo tildarían de miedo o quizás de superstición. Sea cual sea el nombre correcto, el magistrado sortea por igual difuntos, gatos negros, tripas de escaleras o espejos rotos. Por eso, cuando su señoría llega al apenas concurrido aparcamiento del centro comercial, va maldiciendo su suerte.»
Este es el prometedor inicio de la última novela de Reyes Calderón, considerada la auténtica dama del crimen en español de la actualidad. Presenta así a un personaje que tiene que ir a trabajar en viernes por la tarde, a cuenta de un cadáver extraviado. Es el punto de partida para una trama en que veremos cómo el Palacio de Hielo de Madrid, habilitado como morgue provisional durante la pandemia, no puede cerrar sus puertas y regresar a su actividad porque el ataúd no reclamado de una anciana lo impide.
Así las cosas, el inspector Salado y su ayudante Jaso acompañan al supersticioso juez Calvo a la inspección preliminar, que les depara una sorpresa: en su interior hay un varón con traje a medida y un Rolex de oro en la muñeca. Lo que parece una confusión de clasificación les introduce poco a poco en un macabro juego: una cadena de muertos, a cada cual más peculiar, que tienen en común la firma, en el certificado de defunción, de la doctora Paloma Padierna, joven internista en el Gregorio Marañón.
Cabe decir que Calderón compagina su carrera como profesora universitaria con la escritura y la radio. Doctora en Economía y Filosofía por la Universidad de Navarra, ha sido profesora visitante en la Sorbona, en Berkeley (California) y en el University College of London. Es tertuliana en La linterna, de la COPE, con Ángel Expósito y como escritora ha publicado doce novelas, entre las que destacan Las lágrimas de Hemingway, Los crímenes del número primo, El último paciente del doctor Wilson, La venganza del asesino par, Tardes de chocolate en el Ritz, La puerta del cielo y Clave Matisse, que han sido traducidas a varios idiomas. Además, ha sido galardonada con el Premio Abogados de Novela por su obra El jurado número 10 y con el Premio Azorín de Novela con Dispara a la luna.
Con todas estas obras Calderón se ha convertido en una exitosa novelista, toda una autora referente dentro de la literatura de intriga, como atestigua el éxito de público de su serie protagonizada por la juez Lola MacHor, que en un momento dado se describe a sí misma en estos términos: «Yo soy una idealista, tozada como una mula. Mi quijotismo y terquedad, en vez de reducirse como cabría esperar, se han agravado con el tiempo. Llevo tantos años ejerciendo en los juzgados que he perdido la cuenta. Pero nunca he logrado institucionalizarme ni someterme al sistema. Me siguen sacando de quicio las injusticias, los desafueros de los prepotentes y las iniquidades de los poderosos, poco importa que ese poder tenga color de oro o sabor a fuerza».
Este personaje protagoniza siete de las obras de esta vallisoletana, madre de nueve hijos, que se formó en la facultades de Economía y de Filosofía, amante de los tratados de derecho y política, «para situarme en el mundo y escribir con algo (un poco, al menos) de fundamento», dice. Aparte de eso, confiesa que de niña, siempre tenía la cabeza llena de historias fantásticas, pero que la suspendían los trabajos manuales y su ortografía dejaba mucho que desear. No faltaría, por eso, quien la disuadiera de dedicarse a la literatura.
EL AMANTE POLACO
Elena Poniatowska
Seix Barral, 904 pp., 24,90 €
Nació en París en 1932, pero aún se mantiene al pie del cañón, con una edada avanzada pero con una potencia literaria descomunal. Hablamos de Elena Poniatowska, que con tan sólo nueve años se trasladó a México. Su carrera se inició en el ejercicio del periodismo. Por esta labor se le entregó en 1978 el Premio Nacional de Periodismo en México. Ha sido nombrada Doctor Honoris Causa por ocho universidades y galardonada con el Premio Nacional de Lingüística y Literatura en 2002; en cualquier caso, el galardón más famoso que ha recibido cayó en sus manos en 2013: el Premio Cervantes.
Se reconocía así una andadura artística en que podemos destacar novelas como Lilus Kikus (1954), Hasta no verte Jesús mío (1969), Premio Mazatlán, La noche de Tlatelolco (1971), Premio Xavier Villaurrutia, Querido Diego, te abraza Quiela (1978), La Flor de Lis (1988), Tinísima (1992), Premio Mazatlán, La piel del cielo (2001), Premio Alfaguara, y El tren pasa primero (2007), Premio Rómulo Gallegos. También ha escrito cuentos, reunidos en De noche vienes (1979) y Tlapalería (2003), libros de entrevistas, ensayos y crónicas.
A todo ello se le suma ahora una enorme novela, El amante polaco, que nos traslada al año 1743. El pequeño Stanisław Poniatowski escucha atento las hazañas de su familia sin imaginar lo que la historia tiene reservado: su pasión con Catalina la Grande, su llegada al trono y las posteriores confabulaciones de su círculo más cercano y de las potencias vecinas, Rusia, Austria y Prusia, por destruir todo aquello por lo que ha luchado. La duda es si será capaz de mantener su reino unido. Doscientos años después, Elena es parte de un México que busca la anhelada «modernidad» y su trabajo como periodista le permite ser testigo privilegiada de esa transformación, involucrándola además en experiencias de todo tipo, desde encuentros con políticos y guerrilleros hasta amores y pérdidas irremplazables.
De esta manera, la obra constituye un recorrido a través de los siglos y de dos destinos: el del último rey de Polonia, desde su infancia y coronación hasta su inevitable desenlace como el mayor perdedor de una Europa marcada por las conspiraciones, y el de una de sus descendientes, una mujer que, con tan solo 10 años, llega a México huyendo de las guerras que asolan el viejo continente y se entrega a una vida volcada a la escritura, tan llena de momentos intensos como dolorosos.
Por eso, por este paralelismo entre la ficción y la propia vida, se trata de la historia más personal de Poniatowska, en la que el lenguaje íntimo y las emociones se enlazan con la épica historia de un reino a punto de desaparecer y que se abre con una escena invernal, con el personaje Stanisław, siendo un chaval, asomándose por la ventanilla de un carruaje, en medio de una tormenta de nieve, en plena Polonia, cerca de Rusia y Prusia, donde solo es posible atravesar el terreno prácticamente en trineo.
© Áurea H. Alanís.