Juan Carlos Girauta (Barcelona), estudió en los jesuitas y se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona, compaginando la carrera con su actividad como vocalista y guitarrista del grupo Astrolabio.
Abandonada la música, y tras una etapa como ajustador de doblaje y traductor de películas y series, cursó el MBA de ESADE. Trabajó como abogado, consultor de empresas y docente, para acabar consagrándose al periodismo de opinión en diferentes medios. Hace una década se incorporó al diario ABC, donde firma varias colaboraciones fijas semanales, entre las que destaca su página de los sábados «Desde Ogigia». Ha sido miembro del Parlamento Europeo y diputado a Cortes, ocupando en el Congeso los cargos de portavoz parlamentario y Presidente de la Comisión de Defensa. Actualmente es abogado, socio de un importante bufete y columnista en exclusiva de ABC, además de participar en distintos proyectos artísticos y culturales. Es autor de los ensayos La República de Azaña, La eclosión liberal, La verdadera historia del PSOE y Votaré No, así como de la novela El desorden y de múltiples relatos cortos.
Ahora presenta Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos, un análisis profundo sobre la involución de las nuevas generaciones. En él alerta contra las actuales formas de manipulación sentimental e ideológica. De paso, nos explica cómo la izquierda se ha hecho con la hegemonía cultural. Entenderlo exige una aproximación al posmarxismo. En concreto, al enlazamiento de causas o luchas aparentemente independientes.¿Por qué la derecha no ha impuesto ni una sola causa propia en las últimas décadas? ¿Por qué va a rastras en materia de valores? ¿Por qué siempre acaba interiorizando premisas a las que en un principio se resiste? Existe una razón principal: se ha desentendido de la guerra cultural y no cree en el poder del discurso. En ese sentido, la derecha es infinitamente más materialista que la nueva izquierda. Pero la guerra cultural que defiende no persigue que la hegemonía cultural pase a la derecha. Su objetivo es que se preserven los principios fundacionales de la democracia liberal, paulatinamente desvirtuados: igualdad, libertad de expresión, carga de la prueba, respeto a la esfera privada, etc.
¿Qué libro recuerda de su infancia?
El templo del sol, de Tintín.
¿Qué libro no pudo terminar?
Hay un montón de libros que apenas he podido empezar. El último que se me ha caído de las manos es Ética para tiempos oscuros, de Markus Gabriel. Una pena, El mundo no existe es excelente.
¿Qué libro desearía que no se hubiera acabado nunca?
Robinson Crusoe.
¿Qué libro le gusta regalar?
De joven regale muchas veces El túnel, de Sábato. No sé por qué.
¿Qué libro no regalaría nunca?
Nunca regalo novelas de autores españoles vivos.
¿Qué libro le habría gustado escribir?
La fábula de las abejas, de Mandeville.
¿Qué cree que se debería hacer para fomentar la lectura?
Exigir la nota más alta de selectividad a los que piensan dedicarse a la do-cencia. Y también encargar las campañas de fomento de la lectura a gente leída, no a fetichistas del libro.
SENTIMENTALES, OFENDIDOS, MEDIOCRES Y AGRESIVOS
Radiografía de la nueva sociedad
Juan Carlos Girauta
Sekotia, 208 pp., 19 €