Annie Ernaux fue la galardonada con el Premio Nobel de Literatura el pasado mes de octubre. Dotado con 964.000 euros, reconocía así la Academia Sueca su larga trayectoria y el compromiso literario y social de su obra
Siempre es un misterio quién puede recibir el premio Nobel, por más que los medios de comunicación filtren posibles candidatos que están supuestamente entre los preferentes por parte de los miembros del jurado del galardón más famoso del mundo. Pero nunca el rumor de tal o cual autor se cumple, y este año no ha sido una excepción. De tal modo que se comunicaba que el premiado era una mujer, francesa, que conocemos bien en el ambiente editorial español por estar muchas de sus novelas traducidas a nuestro idioma: Annie Ernaux.
Los motivos para concederle semejante reconocimiento fueron «la valentía y la precisión clínica con la que desvela las raíces, los extrañamientos y las trabas colectivas a la memoria personal». De este modo lo argumentó el comité del premio. Poco después, la escritora, que cuenta con 82 años, daba unas declaraciones a la televisión sueca SVT diciendo que era «un gran honor y al mismo tiempo una gran responsabilidad de manifestar una forma de equidad, de justicia, en relación con el mundo». Se trata de la decimoséptima mujer en obtener el Nobel, cuya ceremonia de entrega será, por cierto, este diciembre.
Ernaux se ha caracterizado por una serie de obras, una veintena ya, en que desgrana las relaciones de los personajes en un plano muy directo e intimista. En este siglo, otros autores significativos del país vecino ya recibieron el ansiado premio, como Patrick Modiano y Jean-Marie Gustave Le Clézio. La obra de Ernaux no tenía el empaque o la dimensión literaria o publicitaria de sus dos colegas, pero, aparte de en el terreno artístico, la autora también se ha distinguido por su tendencia feminista, calificando en ocasiones a Francia de nación sexista.
Escritora de autoficción
Trayectoria en español
El lector en lengua española que quiera constatar todos estos parabienes tiene la suerte de poder contar con un nutrido número de obras de Ernaux. Primero, empezó a publicar sus textos la editorial Tusquets (Pura pasión, La vergüenza, El acontecimiento y El lugar), y últimamente una editorial independiente como Cabaret Voltaire ha ido apostando por ella con mucha decisión, y acierto pleno, por lo que vemos. De esta manera, tenemos al alcance en el mencionado sello del Grupo Planeta El lugar (1983), que comentó el portavoz del Premio Nobel así: «una obra maestra sobre el entorno social que construyó su personalidad y sus posibilidades de ascenso social; la guía de su literatura de estética motivada por la ética. Es una obra autobiográfica en un contexto social».
La historia es la siguiente. En abril de 1967, la autora y protagonista, por entonces joven aspirante a profesora de secundaria, supera el examen de capacitación en un liceo de Lyon para orgullo (y recelo) de su padre, antiguo obrero que, procedente del medio rural y tras trabajar duramente, ha acabado convertido en propietario de un pequeño comercio en las provincias. El padre, sin embargo, fallece dos meses después. El lugar se centra en los prejuicios, los usos y las normas de comportamiento de un segmento social determinado, y en la dificultad de habitar en un espacio propio dentro de la sociedad.
Por lo que respecta a La vergüenza, cuenta cómo en 1952, cuando Ernaux tenía doce años, su padre quiso matar a su madre un domingo de junio, a primera hora de la tarde. Esa terrible escena aparece en la memoria de la autora, hasta el punto de cambiarle la vida: aquella niña y su familia «habían dejado de ser gente decente», y todo había pasado a ser vergonzoso. La escritora, con esta incursión dolorosa en su memoria, recorre desde los códigos de conducta y las normas sociales que imperaban en su entorno, hasta las noticias del momento o el temor que infundían las grandes ciudades, para calibrar hasta qué punto lo ocurrido la hicieron sentirse indigna.
Pura pasión es su texto de tinte más romántico. Leemos lo que sigue: «A partir del mes de septiembre del año pasado, no hice otra cosa que esperar a un hombre: que me llamara y que viniera a verme». He aquí el inicio de la pasión que atrapa a una mujer culta e independiente, divorciada y con hijos ya mayores, que se enamora perdidamente de un diplomático de un país del Este «que cultiva su parecido con Alain Delon» y siente especial debilidad por la buena ropa y los coches aparatosos.
Por último, en lo que respecta a los libros publicados por Tusquets, tendríamos El acontecimiento, que nos traslada a 1963, año en que Ernaux se halla en Ruán estudiando filología y descubre que está embarazada. Teniendo claro que no desea tener el bebé, en una sociedad en la que se penaliza el aborto con prisión y multa, se ve dramáticamente sola, sin ni siquiera el apoyo del padre de la criatura. Todo lo cual llevará al trauma de dejarse practicar un aborto clandestino.
Sus obras en Cabaret Voltaire
Pues bien, aquí tenemos algunas de las claves de la autora francesa, que suele ofrecer un lenguaje llano con el que mostrar las contradicciones personales y sociales que asolan a la condición humana. Una obra apoyada en una vida sobre la cual también hay que mencionar sus ocupaciones laborales. Ernaux, en 1960, viajó a Londres, donde trabajó como au pair, lo cual más tarde trasladó a su libro de 2016 Mémoire de fille. Al volver a Francia, estudió en la Universidad de Ruán para ser profesora de secundaria y de francés, consiguiendo un puesto en el Centro para la Educación a Distancia, hasta que dejó de dar clases en el año 2000.
Por cierto, desde mediados de los setenta reside en la nueva ciudad Cergy-Pontoise —desde 2012 integrada en la Mancomunidad del mismo nombre—, lugar sobre el que ha dicho las siguientes palabras: «Sé que parece una contradicción, pero esta urbe sin pasado era el único lugar donde me sentía bien. Las ciudades históricas me recuerdan a una larga tradición de exclusión social. Aquí podía vivir sin sentirme sometida a ese determinismo». Un detalle este que tiene importancia por cuanto también ha acabado en su obra narrativa, en concreto, Diario del afuera, que es un retrato de la ciudad compuesto por escenas cotidianas de las que es testigo cuando camina por sus calles.
Desde su casa en esa localidad, a lo largo de las últimas cinco décadas, ha ido escribiendo novelas que en estos últimos años tienen una presencia notable en el mundo editorial nuestro gracias a Cabaret Voltaire, como antes apuntábamos. Casi una decena de obras de las que hablamos a continuación para obtener una mirada amplia de los temas y argumentos que gusta Ernaux en desarrollar.