PREMIOS PLANETA 2023
Texto: QL. Fotografías: Arduino Vanucchi.
El pasado 15 de octubre, fecha elegida en su día por José Manuel Lara Hernández en honor a la onomástica de su mujer, María Teresa Bosch, se celebró en la sede del Museu Nacional d´Art de Catalunya la gala de los Premios Planeta 2023. Una septuagésima segunda edición confirmó una vez más el gran interés que este galardón despierta en el mundo de las letras más allá de nuestras fronteras: se recibieron la cifra récord de 1.129 originales procedentes de diversos lugares del mundo. El Premio Planeta de novela tiene una dotación de 1.000.000 euros para la obra ganadora y 200.000 para la finalista.
En la velada se dieron cita más de un centenar de escritores de las distintas editoriales del Grupo, así como una nutrida representación de otras personalidades del ámbito cultural, empresarial, político y social, del cine y la televisión, tanto de Barcelona como del resto de España.
El Jurado de esta edición estuvo integrado José Manuel Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Belén López.
La ganadora de este año, la periodista Sonsoles Ónega (Madrid, 1977) es autora de las novelas Calle Habana, esquina Obispo; Donde Dios no estuvo; Encuentros en Bonaval; Nosotras que lo quisimos todo; Después del amor (Premio de Novela Fernando Lara 2017) y Mil besos prohibidos.
La novela ganadora del Premio Planeta 2023, Las hijas de la criada, nos sumerge, con la cadencia de las historias narradas junto al fuego, en un apasionante relato en un remoto pazo de Galicia. Se trata de una historia mágica y realista al mismo tiempo, en una Galicia extraordinaria, sobre hombres y mujeres que se rebelan contra su propio destino en busca de la verdad. La trama empieza una noche de febrero de 1900, recién estrenado el siglo XX, en el pazo de Espíritu Santo llegan al mundo dos niñas, Clara y Catalina, cuyos destinos ya estaban escritos. Sin embargo, una venganza inesperada sacudirá para siempre sus vidas y las de todos los Valdés.
Doña Inés, matriarca de la saga y fiel esposa de don Gustavo, deberá sobrevivir al desamor, al dolor del abandono y a las luchas de poder hasta convertir a su verdadera hija en heredera de todo un imperio, en una época en la que a las mujeres no se les permitía ser dueñas de sus vidas.
En plena vorágine de la promoción del libro, nos concede unos minutos para atender a nuestras preguntas.
LA AUTORA
La pasión por el periodismo ha sido su medio natural pues es hija del periodista Fernando Ónega, que ejerció de director de prensa de la Presidencia del Gobierno de Adolfo Suárez y autor de gran parte de sus discursos, entre ellos el celebérrimo «Puedo prometer y prometo», ,y hermana de Cristina Ónega, actual directora del Canal 24 Horas.
Periodista, licenciada por la Universidad San Pablo CEU de Madrid ha trabajado en CNN+ y Noticias Cuatro, y fue corresponsal parlamentaria de Informativos Tele 5 desde 2008 hasta 2018, tarea que le valió ser reconocida por la Asociación de Profesionales de Radio y Televisión con una de sus 22ª Antenas de Plata. Entre 2018 y 2022 presentó distintos formatos televisivos en Mediaset, como Ya es mediodía o Ya son las ocho. Desde octubre de 2022 está al frente del magacín Y ahora Sonsoles en Antena 3.
En su página web sonsolesonega.com reflexiona sobre temas diversos, como el ámbito laboral, el mundo de las mujeres y la alimentación saludable a raíz de la diabetes tipo 1 que le diagnosticaron a su hijo G., con cuatro años, algo que, según confiesa, le cambió la vida para siempre.
TW: @sonsolesonega IN: @sonsolesonega
Cuando un periodista mediático gana un premio como el Planeta suele generarse cierto revuelo más allá de la literatura. ¿Qué supone para usted ganar un premio así?
No entiendo bien el revuelo que se arma cuando en un autor se dan estas dos circunstancias: es un periodista que trabaja en la televisión y escribe. ¿Acaso eso nos hace inferiores? Dicho eso, ganar el Planeta es una oportunidad maravillosa de aprovechar su potencial para llegar a más lectores. Ojalá se cumpla.
¿Es más complicado un directo o la página en blanco?
La página en blanco. Aunque antes de un directo también hay una página en blanco. Yo me escribo todo, ¡hasta los nombres de los colaboradores!, porque me temo y conozco mi memoria frágil. ¡Se me olvidan con facilidad las cosas que pienso! (cosa que, a veces, es una ventaja).
La historia nació por una noticia que usted dio en su programa «Ya es mediodía» sobre un intercambio de niñas en Logroño, pero ¿tenía en mente toda la trama antes de empezar o se ha ido definiendo a medida que escribía? ¿La realidad supera a la ficción?
Se fue definiendo sobre la marcha. Aquella noticia despertó mi imaginación y, a partir de ella, construí la trama, diseñé los personajes y los situé en su contexto histórico y social. La realidad supera la ficción muchas veces, pero en la ficción tú eres soberano absoluto.
¿Ha tenido oportunidad de contactar con la Clara y la Catalina reales que han inspirado la historia?
No, nunca. Ni como periodista ni como escritora. Quizá cuando vayamos a Logroño de gira pueda hacerlo, pero no querría molestarlas y, por lo que me dicen, ellas no han querido contar sus vidas públicamente.
¿Le resulta más fácil escribir desde la ficción o desde el periodismo puro y duro? ¿Es difusa la frontera entre ambas narrativas cuando se parte de un hecho real, como es el caso de Las hijas de la criada?
Me gustan ambas situaciones, pero cada una tiene sus reglas. El periodismo puro y duro, el informativo, tal y como yo lo entiendo, no te permite adjetivar. Es aséptico y, a veces, áspero. En la narrativa eres libre de manejar el lenguaje a tu antojo.
La obra homenajea a todas esas mujeres, desconocidas y silenciosas, que levantaron la industria conservera gallega. ¿Cree que aún queda mucho por reconocer a las mujeres en esta sociedad?
Por lo visto, sí. Hace poco estuve en Vigo y me contaban que las mujeres siguen siendo observadas con extrañeza en el mundo del mar. O peor: con desprecio. Y han sido ellas las que llenaron las fábricas, las que se dejaron las manos y la espalda trabajando sin descanso.
Para contextualizar la historia, hay un ingente trabajo de campo. ¿Le resulta más difícil documentarse o poner negro sobre blanco?
Disfruto una barbaridad, documentando las historias que quiero contar, es algo que me gusta mucho. Vivir en el pasado, contemplarlo con nuestra mirada es una gozada y, a veces, terapéutico.
¿Tiene ya en mente su próximo libro?
Tengo ideas, bocetos de una historia, pero todavía es pronto para poder adelantar el próximo trabajo.
¿Qué lee usted en su tiempo libre?
Combino las novedades con clásicos. Ahora mismo estoy leyendo una novela deliciosa de Jean Rhys, El ancho mar de los Sargazos. La descubrí, a su vez, leyendo El fin de la novela de amor de Vivian Gornik. Hay autores a los que siempre vuelvo, Gornik es una de ellas, y admiro a las de mi generación como Laura Ferrero, Sara Mesa, Bárbara Blasco…
¿Qué libro o libros le habría gustado escribir?
¡Muchos! Me habría gustado escribir con la ternura de Delibes, con la fineza de Carmen Martín Gaite, con la musicalidad de García Márquez, con la capacidad quirúrgica para diseccionar el desamor de Isaac Rosa…
LAS HIJAS DE LA CRIADA
Sonsoles Ónega
Planeta, 480 pp., 22,90 €