Enric Corbera, prestigioso psicólogo, dijo una vez: «El ambiente (entendido como lugar sociocultural en el que nos criamos) es la fuente principal de las creencias de la persona». Si tu ambiente es el barrio obrero de South Boston a mediados de los 70, entonces das por seguro que los negros no son bienvenidos en tu barrio, para eso tienen los suyos. Y si un juez decreta que los alumnos negros de institutos públicos serán intercambiados obligatoriamente con alumnos blancos de South Boston, que a su vez tendrán que ir a institutos de barrios de afroamericanos, pues entonces el vecindario es una olla presión.
Dennis Lehane toma este punto de partida para hacernos entender (que no compartir) por qué los habitantes blancos de South Boston piensan así. El autor ha tenido éxitos considerables a lo largo de su trayectoria: Mystic River, Shutter Island, Adiós pequeña, adiós, que incluso han sido llevados al cine. Y ha sido guionista de la serie que más me ha hecho disfrutar en la televisión: The Wire. Siguiendo con el espíritu de The Wire, el autor intenta entender y hacer entender los problemas para abordar posibles soluciones.
Así pues, estamos ante un thriller sincero, entretenido y bien conducido que conjuga perfectamente la acción con el contexto social y la invitación a comprender primero para cuestionar después. Lehane sabe que lo primero es tener enganchado al lector, y a partir de ahí puede llevarle de la mano a donde quiere.
La protagonista, Mary Pat Fenessy, vecina de toda la vida de South Boston, se extraña de que su hija Jules, de 17 años, no aparezca en casa a dormir y sale en su busca. Es en esa búsqueda donde puede mirar a su barrio cara a cara y empezar a poner objeciones a los patrones de pensamiento que han sido para ella ley hasta entonces.
Golpe de gracia nos señala la pobreza y la falta de oportunidades como caldo de cultivo para el rechazo a los de otras razas. También incide en que este rechazo viene muy influenciado por un miedo a perder el (falso) sentimiento de comunidad que cuida de sus miembros, convenientemente avivado por el jefe mafioso del barrio. El rebaño controlado, y en paz, le permite hacer sus chanchullos sin complicaciones.
Por eso es interesantísima la evolución que hace Mary Pat al tener que poner en tela de juicio todos sus patrones de pensamiento que le habían dado seguridad. Estamos ante un libro auténtico, que se pone al servicio de la realidad para cuestionar puntos de vista que deben revisarse, pero sin renunciar en ningún momento al ritmo y a la buena literatura. Un acierto total.
Jesús Gallego