Maria Carme Roca (Barcelona, 1955) es licenciada en Filosofía y Letras (Historia ) y en Filología Catalana y durante años se dedicó a la enseñanza. Con más de cincuenta libros publicados, atesora una importante carrera literaria, sobre todo en el ámbito de la literatura infantil y juvenil, el cuento, el ensayo y la novela. En cuanto a esta última, se ha especializado en la novela histórica (El monestir proscrit, Barcino, Escollida pels déus, L’enigma Colom, La merla blava, La noia del club…). Ha ganado diversos premios como el el Lola Anglada de cuentos infantiles, el Barcanova y el Joaquim Ruyra de literatura infantil, el Néstor Luján de novela histórica o el Prudenci Bertrana por El far (2018).
Ahora presenta En Barcino (A Bàrcino en catalán), situada en la Barcino de la segunda mitad del s.II d. C.
Con casi 25 años, Minicia sufre el rechazo de su padre, gobernador de África proconsular. El motivo: haber sido la amante de Teseo, el esclavo que mortificó y marcó la vida de su progenitor.
Desconcertada por el rechazo de su padre, y mientras sigue con su vida (su pasión por los caballos y por las carreras de cuadrigas, la lectura y la escritura, su amistad con el emperador Marco Aurelio y la emperatriz Faustina), Minicia intentará recuperar la estima de su padre y emprenderá una larga investigación sobre la estirpe de Teseo.
¿Cuándo empezó a escribir?
Desde que era una niña, para mí era un juego más. No había voluntad literaria; vendría posteriormente.
¿Cuándo y dónde escribe?
Siempre, no lo puedo evitar; un vicio, vaya.
Oficialmente en casa, en mi estudio. Pero cualquier lugar puede ser oportuno para tomar una nota.
¿A mano o a máquina? (la escritura, no el lavado).
Depende de la prenda ¡Ja, ja! Ya en serio: utilizo el ordenador pero tomo apuntes y escribo breves guiones a mano.
¿Tiene alguna manía o hábito ante el momento de la escritura?
Para mis guiones y apuntes utilizo papeles de colores. El rosa para la sinopsis del argumento (no tiene que ver nada con un contenido cursi), el amarillo para la estructura (división de las partes de una novela, de los posibles capítulos…), el verde para los personajes (realizo castings, por supuesto)…
¿A quién pediría consejo literario?
A un muy buen lector. Es lo que hago.
Si pudiera reencarnase en algún escritor/es, ¿a quién elegiría?
¡Qué difícil! Los escritores que admiro, los que se me ocurren en este momento, lo pasaban fatal: R.L. Stevenson estuvo media vida enfermo, Virginia Wolf padecía unos terribles dolores de cabeza, Edgar Allan Poe era alcohólico, Oscar Wilde acabó en la cárcel… Mejor dejamos el tema de la reencarnación, me conformo con volverlos a leer.
¿Qué recomendaría a los autores noveles?
Que lean, relean y vuelvan a leer (suena a villancico, pero no lo es) y lo mismo con la escritura, hasta que encuentren su propio estilo.