CONFESIONES DE ESCRITOR
Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973) es autora de El huésped (finalista del Premio Herralde 2005) y sus posteriores y muy celebradas obras Pétalos y otras historias incómodas, El cuerpo en que nací y Después del invierno (Premio Herralde de Novela 2014), publicadas en Anagrama. También ha escrito El matrimonio de los peces rojos (Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero). Ha sido traducida a más de diez lenguas. Sus libros han obtenido, además, diversos galardones internacionales, como el Premio Nacional de Narrativa Gilberto Owen, el Antonin Artaud y el Ana Seghers.
Ahora presenta La hija única, una novela profunda y llena de sabiduría sobre la maternidad, sobre su negación o su asunción; sobre las dudas, incertidumbres e incluso sentimientos de culpa que la envuelven; una novela sobre las formas diversas que puede tomar la familia en el mundo actual.
© Mely Ávila.
¿Cuándo empezó a escribir?
Tengo 6 años, voy a una escuela Montessori donde puedo disponer de mi tiempo más o menos como yo prefiera. Uso un parche en el ojo izquierdo que el oftalmólogo ha recomendado para desarrollar el ojo derecho prácticamente ciego de nacimiento. Los niños hacen preguntas y se ríen de mí. Yo, para vengarme, escribo en mi cuaderno historias aterradoras, con momias, enfermedades y naufragios que acontecen a mis compañeros de clase. La maestra me pide un día que lea mis historias en voz alta para todo el grupo, sin tomarse la molestia de revisar el contenido, y yo pienso que esa tarde no saldré viva del colegio. Pero me equivoco: a los niños les gusta protagonizar esos relatos y piden que por favor siga escribiendo. De pronto me convierto en un personaje notable de la clase con una misión especial, dejo de ser paria y comienzo a ser escritora.
¿Cuándo y cómo escribe?
Desarrollo historias y tonos en mi cabeza, mientras tiendo mi cama, mientras camino o mientras viajo en coche. Si alguna me parece lo suficientemente atractiva comienzo a tomar notas en una libreta y sólo algunas veces paso esas notas al ordenador. Trato de no juzgar lo que escribo y anotar todo lo que venga. Sólo después, en un segundo momento o al día siguiente, releo y corrijo.
¿A mano o a máquina? (la escritura, no el lavado).
Con mucha frecuencia empiezo a mano. Me gusta el lápiz, su color gris tenue, casi invisible y la posibilidad de borrar lo que no me convence. Siento que mi cerebro se comunica bien con el papel y que el grafito es un buen conductor de ideas.
¿Tiene alguna manía o hábito ante el momento de la escritura?
Suelo sentir mucha inseguridad antes de lanzarme a escribir una novela. Sólo el deseo de internarme en una historia, de asirla, de comprenderla me ayuda a vencer el miedo.
¿A quién pediría consejo literario?
Suelo pedir consejos literarios a mis amigos escritores entre ellos a Andrea Bajani y a Marcos Giralt Torrent. Si de plano la cosa se pone difícil recurro a Enrique Vila-Matas, pero en general trato de no molestarlo. También confío en el juicio de mis editores.
Si pudiera reencarnarse en algún escritor/es, ¿a quién elegiría?
A Lou Andreas-Salomé. Me encantaría poseer una mente tan lúcida como la suya.
¿Qué recomendaría a los autores noveles?
Leer desenfrenadamente pero evitar imitar a los autores que más admiran. Concentrarse en los temas que más les gustan y no darse por vencidos a pesar de que en un inicio los rechacen.
LA HIJA ÚNICA
Guadalupe Nettel
Anagrama, 240 pp., 18,90 €