Texto: Quim Subirana.
© fotografía: cortesía de la editorial.
La estadounidense Tracy Chevalier es una de las autoras más reputadas de novela histórica, que alcanzó éxito mundial con La joven de la perla, un bestseller traducido a 38 idiomas, cuya adaptación cinematográfica, dirigida por Peter Webber y protagonizada por Scarlett Johansson y Colin Firth, consiguió varias nominaciones a los Óscar, diez BAFTA y dos Globos de Oro.
Desde niña se vio atraída por la lectura y, ya en el instituto, empezó a escribir relatos cortos. Posteriormente, estudió Lengua y Literatura Inglesa en el Oberlin College de Ohio. Tras recibir su Bachelor in Arts, se mudó a Reino Unido. Allí empezó a trabajar en distintes editoriales, empleos que dejó en 1983 para un curso de posgrado en escritura creativa en la Universidad de East Anglia.
Inició su carrera literaria con la novela El azul de la Virgen (1997), elegida por WH Smith para su escaparate de nuevos autores. A ella siguió La joven de la perla en 1999. Desde entonces, su carrera ha sido imparable y ahora publica en la editorial Duomo, La maestra del vidrio, que acaba de recibir el Premio Ivanhoe del Certamen de Novela Histórica Ciudad de Úbeda. Por su parte, Duomo atesora en su catálogo otras obras suyas como La voz de los árboles, Las huellas de la vida y Las mujeres de Winchester.
La trama se sitúa en la Venecia del Renacimiento, específicamente a la isla de Murano, reconocida mundialmente como el epicentro de la maestría en la fabricación de vidrio. El período renacentista se caracterizó por el florecimiento del arte, la ciencia y el comercio en Europa. Venecia, conocida como la «Ciudad del Agua», se presenta en todo su esplendor como un centro neurálgico del intercambio de viajeros, mercancías y saberes gracias, especialmente, a las rutas marítimas. El evocador estilo de la autora, maestra en la recreación y en los detalles, dota de color y sabor a sus libros, y este no es una excepción.
En esa época, el vidrio no solo era una mercancía de lujo, sino un símbolo de estatus y poder. Murano era famosa por innovaciones como el cristal transparente (cristallo) y los intrincados diseños en filigrana. Estas técnicas y estilos, que se consideraban secretos de estado, eran protegidos con estrictas leyes que impedían a los artesanos compartir su conocimiento o emigrar. Chevalier captura esta atmósfera de competencia feroz y la tensión constante entre tradición e innovación que definía la vida en Murano. Las páginas de la obra nos trasladan a los talleres de vidrio, desde el intenso calor de los hornos hasta el intrincado proceso de soplado y moldeado. Este enfoque no solo enriquece la narrativa, sino que transporta al lector directamente al corazón de Murano. El sistema jerárquico de los talleres también se refleja en las relaciones entre los maestros, aprendices y trabajadores. Chevalier muestra cómo cada rol tiene un propósito específico, pero también cómo estas dinámicas pueden generar tensiones y conflictos. El énfasis en los mencionados secretos del oficio simboliza la importancia del conocimiento y su poder para determinar el éxito o el fracaso en un mundo tan especializado.
La historia se centra en Orsola Rosso, una niña que crece en el seno de una familia de vidrieros. El inicio de la novela destaca por la viveza con que Chevalier retrata la vida cotidiana de los habitantes de Murano, desde las labores en los talleres hasta los momentos familiares marcados por la camaradería y las disputas. La autora introduce con destreza los elementos de la cultura artesanal, como el misterio del vidrio, considerado casi mágico debido a su transformación de arena a un material translúcido y maleable.
Orsola es un personaje que refleja la lucha por encontrar su lugar en un mundo dominado por hombres. Destaca la influencia que ejerce Maria Barovier, personaje real que fue la creadora de la célebre cuenta rosetta, cuyos descendientes siguen trabajando en Murano. Barovier fue una mujer fuerte e innovadora que desafió las normas al dirigir su propio horno. A través de la relación entre ambas, Chevalier explora temas de género, tradición y el anhelo de independencia.
La novela también retrata las dinámicas familiares y la forma en que estas se ven afectadas por las presiones económicas y sociales. La muerte repentina de Lorenzo Rosso, el padre de Orsola y cabeza del taller familiar, obliga a sus hijos a asumir roles que desafían su preparación y madurez. Esta tragedia personal se convierte en una metáfora de los cambios más amplios en Murano, donde la innovación y la perseverancia son esenciales para sobrevivir en un mercado en constante evolución.
Chevalier también se adentra en reflexiones filosóficas sobre el tiempo, el arte y la herencia. La descripción inicial de Venecia como esa ciudad «anclada en el tiempo» resuena a lo largo de la obra, reflejando tanto la belleza como las limitaciones de una sociedad atrapada entre la tradición y el cambio.
La autora consigue asimismo deformar hábilmente el continuum del tiempo en Murano, ya que pueden pasar décadas, pero la gente envejece poco. A través de los ojos de la protagonista, Chevalier nos sumerge en un relato que combina el arte, la familia y las complejidades de la supervivencia en una época de profundas divisiones sociales y económicas. Entre fascinantes descripciones de los artesanos en el trabajo y la cristalería que crean, Chevalier incrusta una historia de amor que trasciende el tiempo mientras Orsola, a lo largo de 500 años, se aferra al amor que siente por un hombre que conoció en su juventud.
Es una lectura imprescindible para aquellos interesados en la historia del arte y la artesanía, así como para los amantes de la ficción histórica que aprecian personajes bien desarrollados y un contexto cultural profundamente investigado. Al final, La maestra del vidrio no solo celebra el arte de transformar el vidrio, sino también el espíritu humano y su capacidad para adaptarse y brillar bajo presión.
En palabras de Kirkus Review, «Con una narrativa y diálogos coloridos, la autora deja que el tiempo avance a través de mujeres independientes que están decididas a dar forma al vidrio en obras de arte y enmarcar caminos de vida de su propio diseño. La historia fluye como el cristal fundido en esta deslumbrante novela que bordea la fantasía.»
LA MAESTRA DEL VIDRIO
Tracy Chevalier
Duomo, traducción de Begoña Prat Rojo, 432 pp., 19,90 €