ANTONIO SCURATI, RADIOGRAFÍA Y LUCHA ANTIFASCISTA

Texto: Joaquim Subirana

© Harald Krichel

Antonio Scurati (Nápoles, 1969) es profesor de Literatura Contemporánea en la IULM de Milán y estuvo al frente del Centro de Estudios sobre el Lenguaje de la Guerra y la Violencia de la Universidad de Bérgamo. También colabora en prensa y es autor de varios ensayos y novelas.

La gran obra que cimentó su prestigio es la saga dedicada a Benito Mussolini, un ambicioso ciclo literario que ha sido traducido a más de cuarenta idiomas y que ha redefinido cómo se aborda el fascismo desde la literatura. El primer volumen, M. El hijo del siglo (Alfaguara, 2020), obtuvo el Premio Strega y fue celebrado por su rigor histórico y su capacidad para captar el espíritu de una época turbulenta. A este le siguieron M. El hombre de la providencia (2021), Premio Europeo del Libro, y M. Los últimos días de Europa (2023). Ahora, Scurati presenta la cuarta entrega, M. La hora del destino, junto con un breve ensayo, Fascismo y populismo (Endebate), en el que conecta los mecanismos de seducción política del pasado con los fenómenos populistas actuales.

En Fascismo y populismo, Scurati analiza cómo los líderes populistas contemporáneos, al igual que los fascistas del siglo XX, obtienen poder al distorsionar la realidad, promover mitos, fomentar el miedo y la paranoia, y difundir mentiras. Según el autor, estos líderes, aunque operan dentro del marco democrático, muestran un desprecio evidente por la democracia. A través de su retórica, evocan las estrategias empleadas por Mussolini, quien fue pionero en explotar la seducción política en las sociedades de masas. El autor disecciona con precisión las leyes y trampas de estos movimientos, ofreciendo una obra esencial para entender los desafíos actuales a las democracias liberales.

Durante su reciente visita a España para presentar ambos libros, Scurati se mostró contundente en sus declaraciones. Reconoció haberse convertido en el enemigo número uno del populismo en Italia debido a su compromiso intelectual y sus denuncias públicas. En una de sus intervenciones, señaló que «Trump no proviene de ninguna cultura política, fascista o no. Su peligro reside precisamente en que es ajeno a la cultura política del siglo XX. Ya está comenzando a borrar las reglas, principios y costumbres que han gobernado la política estadounidense hasta ayer. Su figura encarna el populismo, especialmente el de Mussolini».

Scurati advierte que no debemos esperar una «vuelta de las camisas negras» como tal, ya que el fenómeno es mucho más amplio y sofisticado: «Los fascismos no volverán de esa forma. Los nuevos “hombres fuertes” seducen a las masas prometiendo soluciones fáciles. Crean miedo, identifican enemigos —a menudo extranjeros— y ofrecen respuestas simplistas. Es lo que ocurrió hace cien años con Mussolini, y es lo que está sucediendo de nuevo». Según el escritor, estas figuras aprovechan la vulgaridad como una herramienta de éxito y son prueba de que, como sociedad, aún no hemos aprendido las lecciones del pasado.

La llegada de Giorgia Meloni al poder en Italia ha sido para Scurati un punto de inflexión, no solo para su país, sino también para su propia vida. Su oposición pública al populismo soberanista lo ha convertido en objeto de amenazas e intimidaciones. Relata cómo, en su hogar, ha encontrado bolsas de excrementos acompañadas de pintadas ofensivas en las paredes. Además, los diarios de extrema derecha han intensificado sus ataques, publicando su fotografía en portada con titulares denigrantes como «El hombre de M.» —un juego de palabras que alude despectivamente a «hombre de mierda» en italiano—. Para él, «estas formas de agresión no van dirigidas a las ideas, sino a la persona, con el objetivo de desacreditarla y silenciarla». Estos ataques se han intensificado a tal punto que el escritor ha necesitado escolta policial.

Para Scurati, estos hechos no son meramente personales, sino representativos de un fenómeno preocupante: «Este tipo de poder no tolera la crítica ni la oposición, especialmente la intelectual o cultural. Consideran que el líder es el pueblo y quien critique al líder se convierte automáticamente en enemigo del pueblo». Este desprecio por la pluralidad y la crítica, asegura, es una de las principales amenazas a la libertad de expresión en la Italia actual.

En M. La hora del destino, Scurati aborda los años cruciales de la Segunda Guerra Mundial, retratando a un Mussolini cada vez más obsesionado, aislado y dispuesto a sacrificar vidas humanas en sus delirios de grandeza. El autor describe con precisión cómo el dictador creó un clima de miedo, fomentó el odio hacia enemigos imaginarios y prometió soluciones que finalmente llevaron a Italia al desastre. Scurati conecta estos episodios históricos con los peligros actuales, subrayando que el populismo soberanista ya no es una amenaza latente, sino una realidad que gobierna en varios países, incluida Italia.

A pesar de los desafíos, ha encontrado en su obra un poderoso vehículo para impactar a nuevas generaciones. Está especialmente conmovido por el éxito de la saga M. entre jóvenes lectores: «Me sorprende que chicos tan jóvenes me digan que el libro ha sido una revelación. Es una prueba de que existe una interrupción en la transmisión de la memoria histórica». Para él, la novela es «el género más democrático» y una herramienta clave para acercar la historia a un público amplio.

El impacto de su obra también se extenderá al medio audiovisual. En enero, se estrenará en Italia una serie basada en los libros de M., una de las producciones televisivas más ambiciosas realizadas en el país, presentada previamente en el Festival de Cine de Venecia.

Scurati enfatiza que Italia aún no ha saldado cuentas con su pasado fascista. Cree que el primer paso es asumir la responsabilidad colectiva por las atrocidades cometidas durante ese periodo, algo que, según él, está lejos de lograrse. La falta de una memoria histórica sólida y el resurgimiento de discursos populistas son síntomas de una democracia en peligro.

Con su trabajo, Scurati se ha consolidado como una figura esencial en el combate contra el populismo y la distorsión histórica. Ha logrado renovar el antifascismo y reavivar un debate necesario sobre los peligros que enfrenta nuestra época. Su obra no solo es una mirada al pasado, sino una advertencia urgente para el presente.