Genio, Patrick Dennis, Acantilado, traducción de Miguel Temprano García, 20 €
En 1955 se publicó en Estados Unidos La tía Mame, primera novela de Patrick Dennis (Evanston, Illinois, 1921-Nueva York, 1976), que había sido rechazada previamente por 19 editores ─diecinueve─, vendió dos millones de ejemplares en su país y se mantuvo 112 semanas ─ciento doce─ en la lista de los diez libros más vendidos del New York Times. La obra fue llevada a la pantalla con Rosalind Russell en el papel estelar, y el autor debió quedar tan contento con su interpretación que le dedicó la ─por fortuna para sus lectores─ inevitable continuación de la novela, La vuelta al mundo con la tía Mame.
En España, ambas obras fueron publicadas por Luis de Caralt en 1958 y 1960 respectivamente. Hubo, también, su versión escénica, con Conchita Montes, que en el Día del Libro de 1959, en Barcelona, se dedicó a firmar ejemplares de la primera de las obras como la tía Mame española. Para que luego digan que los autores mediáticos que desplazan a los verdaderos escritores es cosa reciente; hace casi sesenta años, una actriz hoy olvidada ya convocaba enormes colas de lectores como responsable de un libro que no sólo no había escrito sino que ni siquiera había firmado.
Más de medio siglo después, una editorial acreditada por el rigor de los títulos que integran su catálogo, Acantilado, ha recuperado ambos títulos, La tía Mame (2010) y La vuelta al mundo de la tía Mame (2013), y ahora nos ofrece otra divertida obra de su autor, Genio, publicada, inicialmente, en 1962, e inédita hasta ahora. Genio, en su momento, fue calificada por The New York Times como extravagantes locuras y delirantes aventuras, y no le faltaba razón.
La obra puede estar inspirada, vagamente, o no, en un genio del cine como fue Orson Welles. Redactada en primera persona por un escritor que es el mismísimo Patrick Dennis, el personaje principal en torno al cual se concentran los sucesos más disparatados es un director de cine, Leander Starr, acosado por el fisco y por sus cuatro ex mujeres, fugado a México, donde decide filmar la que será su obra maestra, El Valle de los Buitres. El resto pertenece al secreto del sumario, pero, para tranquilidad de los posibles lectores de la obra, adelantaremos que los buenos se imponen a los malos, aunque es más que dudoso que el libro pueda complacer a los mexicanos, si bien el humor, a veces ácido, de Patrick Dennis se ensaña también con algunos de sus compatriotas yanquis.
La obra se lee con gusto, con mucho gusto, aunque es posible que algunos de los guiños del autor pasen inadvertidos para los lectores españoles, primero porque se refieren a un mundo distante del que desconoce sus entresijos ─el de Hollywood, principalmente─, y después porque los años transcurridos seguramente hoy los hacen irreconocibles para los mismos lectores de su país de origen. Tampoco alguna otra referencia culta ─Mary Becker Eddy, por ejemplo─ será captada con toda probabilidad por el común de los lectores, pero ello no impide que el libro se lea casi de un tirón.
Una buena lectura veraniega, que pese al tiempo transcurrido desde su publicación original –1962- se aguanta muy bien, y que quienes se la hayan perdido este estío pueden disfrutarla al calor de la chimenea –o, si carecen de ella, de la simple estufa- en las largas jornadas invernales que nos aguardan.
Profesor Elbo