Llega a España, la novela best seller de Lorenzo Marone, Quizás me quede mañana, que ha arrasado en Italia con 150.000 ejemplares vendidos, finalista del premio Bancarella 2017.
Es una historia conmovedora y divertida sobre la necesidad que tenemos todos de volar pero también de quedarnos en casa.
«Una novela inolvidable ambientada en Nápoles. Un libro cómico y mordaz que nos sumerge en el drama y la ternura». Corriere della Sera
«Un libro que te toca el corazón (…) maravillosamente honesto, ingenioso, rápido y trágico». Siegener Zeitung
1.¿Cómo surge Quizás me quede mañana?
Nace de una frase de don Vittorio (el vecino de Luce, la protagonista), que en cierto momento cita una frase de Séneca, que anteriormente fue usada también por Horacio: «Hay que cambiar de ánimo, no de cielo». Un concepto en el que yo creo a pies juntillas.
2. En su anterior novela el protagonista y eje de la novela era un anciano llamado Cesare. En este caso nos encontramos con una joven llamada Luce, ¿Qué diferencias y similitudes cree que hay entre ellos?
Son mucho más semejantes de lo que podrían parecer: el mismo carácter fuerte, un tanto brusco, y ambos encaran la vida de frente, con vehemencia, pero bajo ese caparazón duro poseen un alma profunda, sensible, capaz de apreciar la belleza de la vida. En La tentación de ser felices Nápoles es protagonista como lo es en esta novela, solo que esta vez se adentra en el Nápoles «profundo» frente al anterior más «burgués».
3. ¿Existen varios Nápoles o solo hay uno heterogéneo?
Hay muchos Nápoles, Nápoles es una ciudad llena de contradicciones, colores y tonos en contraste, una metrópolis sin barreras ni fronteras, una mezcla de razas, pueblos e invasiones que han dado vida a una ciudad capaz de combinar la cultura más antigua con la más popular, el único lugar en Europa en el que conviven en el mismo callejón nobles familias aristocráticas con otras dedicadas a la mala vida. En esta novela está la Nápoles más visceral y popular en contraposición a la burguesa de La tentación de ser felices.
4. ¿Volar frente a quedarse? ¿La rutina es mala? ¿Lo desconocido siempre es bueno?
No es un libro a favor de quedarse, no critico a los que se van. Uno puede marcharse por muchas razones, incluso verse obligado a ello, lo importante es que, si nos quedamos, por elección o por obligación, lo hagamos de la mejor manera posible, intentando mejorar las cosas que tenemos, cultivando nuestro pequeño pedazo de mundo, valorando lo que nos rodea.
5. Si todos lo hiciéramos, el mundo sería un lugar mejor. Luce es abogada como lo fue usted en su momento, ¿lo echa de menos?
¡Para nada!
6. ¿Por qué se ha decidido a introducir temas como la omnipresencia de la Camorra en Nápoles (dice que es una palabra que ni siquiera se puede pronunciar) y la corrupción?
Porque si decides hablar del centro histórico de Nápoles, ambientar tu historia en los Quartieri Spagnoli, lo mínimo que puedes hacer es nombrar a la Camorra. No es un libro sobre la Camorra, que permanece en la periferia, es un libro lleno de esperanza, de luz y de primavera, como lo son todas mis historias. Pero es que hablar de los Quartieri Spagnoli sin ni siquiera mencionar a la Camorra sería como contar un cuento de hadas.
7. ¿Su experiencia personal siendo padre le ha inspirado a la hora de tratar con tanto verismo y delicadeza temas como la maternidad, la parte que tiene de instintiva y qué es ser buena o mala madre, y la importancia de la figura del padre?
Nosotros los padres nunca podremos experimentar qué significa sentir otro corazón dentro de uno, y eso me parece una gran injusticia. Mi experiencia como padre se vuelve más increíble cada día, ser padre es una revolución, y como todas las revoluciones, barre con muchas cosas del pasado. Esta revolución no podía dejar de estar presente en mi escritura.
8. ¿Sin destripar la novela cuáles son las claves centrales, los temas que mueven Quizás me quede mañana?
Están, sin duda, el tema de quedarse o marcharse. Y además todos los que salen siempre en mis novelas, el tema de la familia (que en realidad es el concepto alrededor del cual gira todo), la dinámica de las relaciones, el trato entre padres e hijos, la memoria… Todo condimentado con la simpatía y la ironía de una «pequeña mujer del sur».
Quizás me quede mañana, Lorenzo Marone, Harper Collins, traducción de Ana Romeral, 368 pp., 18,90 €.