Charlote Link es un caso particular dentro de las letras alemanas: ha desbancado en la lista de los más vendidos a autores, desbancando a autores como J.K. Rowling, Henning Mankell, Stephen King o Jojo Moyes. Por si esto fuera poco, posee una sólida trayectoria literaria que se traduce en más de 26 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Penguin Random House ha apostado fuerte por ella y después de publicar sus anteriores novelas en DEBOLSILLO (El engaño, Dame la mano, En la guarida del zorro, Tengo que matarte otra vez y Ecos del pasado), ahora lanza su nueva obra, ¿De quién te escondes?, en su sello Grijalbo.
La exigente prensa de su país no esconde las alabanzas: «El libro perfecto para una larga y oscura tarde de otoño» (Krimi-Das Magazin), «Charlotte Link demuestra una vez más por qué es la autora de más éxito, con más de 26 millones de ejemplares vendidos.» (dpa).
Es una mujer elegante, con un aire cosmopolita y una apariencia reservada, muy propia de los centroeuropeos. Pero la timidez inicial se va diluyendo a medida que la conversación avanza durante una bella y soleada tarde otoñal. Cuesta imaginar a una mujer de aspecto tranquilo y vida ordenada, que escribe en silencio y rodeada de sus perros, pergeñando una trama de poderoso suspense que desarrolla sin temblarle la mano.
En general, sus novelas tienen un fuerte contenido social. En el caso que nos ocupa, la acción refleja la problemática de las banlieus francesas, las pocas oportunidades para la gente joven y, por otro lado, el miedo tras los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París. ¿Por qué este elemento social tan marcado?
Me gusta contar el mundo tal como es, incluido lo desagradable, los problemas, la falta de oportunidades. También me gusta llamar la atención sobre el hecho de que esta falta de oportunidades se da por circunstancias vitales. Y esto es algo que me parece interesante del mundo actual: convivimos con personas que, a pesar de los logros, viven en condiciones de gran desigualdad.
Otro paisaje tremendo es la situación en Bulgaria y la indefensión de muchas familias ante la desaparición de sus hijas, esa gran cantidad de jóvenes que huyen de los países del antiguo bloque y caen en manos de redes internacionales de prostitución. Entiendo que lo enmarca dentro de ese contenido social.
Sí, quiero mostrar que las personas que no tienen esperanza pueden tomar decisiones difíciles de comprender. Pero la falta de perspectivas es tan desoladora, que nos puede llevar a hacer cosas aparentemente absurdas.
Según refleja la novela las mujeres son las principales víctimas pero también verdugos (un 60 % de personas condenadas por tráfico humano son del género femenino) Tengo entendido que se ha con un estudio de la ONU de 2012. ¿Ha consultado otros trabajos?
En su día tuve la gran suerte de consultar el material de un director que rodó una película relacionada con el tema. Me permitió acceder a toda esa documentación y ahí me quedó claro que, al lado de los verdugos, hay muchas mujeres.
¿En algún momento esta información fue demasiado dura como para hacerla desistir?
Sé que mi novela no va a cambiar las cosas, pero si tenemos noticia sobre este tipo de hechos, hay que escribir sobre ellos. No pueden pasar desapercibidos, deberíamos tenerlos siempre presentes.
Por tanto, ¿escribe a modo de denuncia?
No lo llamaría denuncia… simplemente intento describir lo que veo e investigo. Yo me relaciono con personas normales, pero los hechos que se explican en la novela están muy cerca de nosotros. Podría llegar a afectarnos, no están tan alejados de nuestras vidas. Quiero decir que intento reflejar cómo ciudadanos normales se ven envueltos en acontecimientos extraordinarios.
¿Qué puede impulsar a mujeres a participar en la explotación de otras mujeres?
Son mujeres que en su día fueron víctimas y no pudieron salir de esta situación, no había otra salida. Para sobrevivir ascienden dentro del sistema y se transforman en verdugos dentro las redes criminales. Hay que tener claro que las mujeres no somos mejores personas que los hombres; también podemos caer en la tentación de ganar dinero fácilmente, ser influyentes y, si hace falta, recurrir a la delincuencia.
Me refería a algún tipo de solidaridad, a la tan manida sororidad actual…
Es duro, sí. Y no solo en este ámbito: mi impresión es que las mujeres podemos ser grandes rivales, tratarnos entre nosotras con mucha brutalidad para evitar el progreso de las demás. Incluso podemos llegar a ser peores que los hombres.
Traza muy bien la psicología de los personajes y, al mismo tiempo, usted insiste en que la gusta retratar a gente anónima en situaciones límite. La trama se inicia con un gesto humanitario del principal protagonista, Simon, hacia una joven homeless. Gesto en el que hay momentos en que él parece arrepentirse y que se contrapone a los dramas que subyacen a medida que van surgiendo los otros protagonistas.
Sí, por este simple gesto, Simon se ve envuelto en dificultades, con algunas consecuencias terribles. Es un personaje que siente que, haga lo que haga, siempre toma decisiones equivocadas. Siempre se sentirá responsable de Nathalie, pues es un hombre muy protector.
Me ha gustado mucho la evolución de Simon: a partir de su aparente debilidad, surge un hombre que finalmente sabe defenderse y decir no.
Sí, eso para Simon ha sido proceso duro pues siempre ha tenido dificultades para decir «no» y su necesidad de ser querido es tal, que solo le preocupa ser aceptado. Todos tenemos algo de eso y, en ocasiones, nos llegamos a olvidar de nosotros mismos. Debido a ese gento inicial que desencadena la trama, Simon debe echar mano de una fuerza que desconocía poseer.
10.-También llama la atención la incapacidad de algunos hombres para dejar de ser manejados por sus ex mujeres, pues he visto a muchas parejas separadas con la misma dinámica.
Sí, es algo que también he visto en mi entorno.
11.-En cuanto a la protagonista femenina, Nathalie, me parece muy lograda la manera de explicar su conducta ante la comida a raíz del problema materno, y su obsesión por otro de los personajes.
Nathalie busca un sustituto del padre, del padre que la abandonó en este otro personaje.
Es clarificador que, en un momento dado, una doctora le señala que la frontera entre tolerancia e indiferencia puede ser muy fina.
Todos deberíamos preguntarnos, cuando nos sentimos tolerantes, si no será que, en el fondo, el asunto en cuestión no nos importa.
¿Por qué a Nathalie le concede una voz narradora en primera persona y la peripecia de Simon la cuenta en tercera persona? ¿Es la historia de Nathalie más intimista, más «femenina»? ¿Le ha sido más fácil ponerse, en este caso, en la voz de una mujer para narrar su peculiar experiencia vital?
Me hubiera resultado más difícil si la historia de Nathalie la hubiera protagonizado un hombre. Puedo identificarme con el pensamiento femenino; el masculino me cuesta hasta en la vida cotidiana. Por otro lado, me siento cerca de ella: Nathalie tiene una historia totalmente distinta a la mía, pero es una relisiente tan sola e insegura… yo también lo fui en una época, así que puedo comprenderla muy bien.
En cambio, el segundo personaje masculino es un verdadero parásito.
Sí… pero es tan amable y seductor… ese es el peligro. Es un depredador ¡pero una se da cuenta demasiado tarde!
15. Siguiendo con los elemento de la novela, es inquietante pensar que en las propias fuerzas de seguridad y en las instituciones políticas pudiera haber «traidores».
Cuando empecé a escribir el libro, en París estalló un escándalo de personalidades asiduas a burdeles. Y claro, no siempre son denunciados. En el caso de la novela, procuro mantener la intriga hasta el final, aunque el hecho de que un policía o alto cargo pueda formar parte de una red criminal, no significa que toda la policía sea corrupta.
¿Cuánto tiempo le llevó escribir esta novela?
Entre catorce y quince meses.
¿Tiene ya tema para la próxima?
¡Sí! Pero aún no está terminada, así que no le puedo decir nada (ríe).
¿Qué lee en su tiempo libre?
Me gustan los thrillers, las novelas de suspense y las biografías de personajes contemporáneos e históricos; también las biografías de políticos.
¿Cuáles son sus influencias literarias?
Creo que literatura anglosajona, autores como Samuel Beckett o Ruth Rendell…
¿Qué novela le gustaría haber escrito?
Oh, me deja totalmente bloqueada (risas)…no sabría responderle.
¿Tiene alguna manía a la hora de escribir?
Lo hago siempre a la misma hora, en soledad, cuando mi hija está en el colegio, acompañada de mis tres perros. Tengo un horario de oficina, aunque soy mi propia jefa.
¿Penó de joven en que sería autora tantísimo éxito?
Nooo … la escritura no era algo de lo que pudiera vivir… pero ahora lo he conseguido.
¿Qué opina de que el thriller en Alemania haya sido considerado un género menor?
Mmmm…. quizás en Alemania se tiene la imagen de que la literatura solo es válida si es sesuda. Que si un libro nos cautiva… entonces no es de calidad.
No me resisto a preguntarle cómo ve usted la situación en Alemania y en Europa.
Está todo muy complicado, parece que Europa se está desmoronando. Después de habernos acercado tanto, de haber introducido una moneda común, la libre circulación personas… se están blindando fronteras. ¿Quizás la unión fue demasiado rápida y nos estamos arrepintiendo? Este mes (por septiembre) habrá elecciones en Alemania. El tema de los refugiados es un gran problema y se han fortalecido los partidos ultraderechistas. Mucha gente en mi país percibe que se les está exigiendo demasiado.
¿Y Estados Unidos?
¡También es complicada! De Corea del Norte…ni hablamos. A veces paso miedo, tengo la impresión de que hay un loco jugando con hidrógeno.
No hay tiempo para más. Le esperan más entrevistas, reuniones con yotubers y actos de promoción.
¿De quién te escondes?, Grijalbo, traducción de Claudia Torán, 576 pp., 19,90 €
MB